Suspiro ante las caricias que el pelirrojo deposita en mi cabello, me encuentro tumbada en la cama junto al chico con mi cabeza apoyada en su pecho. Él se dedica a acariciar mi cabello, cosa que hace desde que somos pequeños, es una costumbre que adquirió cuando descubrió que era la única forma de deshacerse de las migrañas que siempre estaban presentes en mi vida.
- ¿Entonces piensas contármelo o no? – Pregunta Fred en un susurro sin dejar las caricias de lado.
En el momento en el que la pregunta sale de su boca, cientos de escenarios de cómo podría reaccionar ante lo que le cuente comienzan a rondar por mi cabeza. Muerdo mi labio tratando de concentrarme en buscar una excusa para lo que se avecina.
- Eres mi esposa Gia, puedes contarme todo, ¿lo sabes verdad? – Comenta el chico haciendo mención del pacto que hicimos cuando éramos apenas unos críos.
Levanto la mirada encontrándome con el de pecas observando el techo y perdido en sus pensamientos, sus ojos se encuentran con los míos cuando gira el rostro hacia mi dirección dibujándose una sonrisa en este en cuanto nota mi atenta mirada sobre su persona. Suspiro dispuesta a contarle todo lo que ocurre, puesto que siento la extraña necesidad de contarle todo lo que ocurre en la vida de un semidios, sin saber aun como podrá reaccionar ante ello.
"Es la imperiosa necesidad que siente cuando estás con una persona a la que le tienes mucha confianza, es ese tipo de sentimiento que solo expresas cuando te sientes en una gran confianza".
- Fred, lo que te voy a contar puede sonarte un poco loco, pero prométeme que no me meterás en San Mungo – Comento con la mirada seria fija en su rostro.
- No te preocupes por eso, ni, aunque estuvieras tan loca como tía te internaría allí – Comenta el pelirrojo depositando un beso en mi frente.
Le dedico una sonrisa mientras comienzo a contarle todo lo que realmente ha ocurrido durante los veranos que he estado en el Campamento Mestizo, lo vivido allí y el cómo descubrí que realmente no era una bruja normal y corriente. El chico observa mi rostro con toda la atención del mundo, a la vez que escucha atentamente todo lo que sale por mi boca, levanto mi vista una vez que termino, encontrándome con su mirada sorprendida.
- Sé que parece una locura y puede que no me creas, pero si quieres que...
- ¿Entonces por eso nunca te mojas? – Pregunta el chico, dejándome con las palabras en la boca.
Al salir esa frase de su boca no puedo evitar que mi mente la mal piense, por lo que mis mejillas adquieren un tono rosado y aparto la mirada de su rostro con una risita nerviosa. El chico frente a mi suelta una carcajada en cuanto nota que mi mente se ha ido para otro lado.
- Eres una mal pensada – Alega pinchando levemente mi cadera, lo que lanza pequeñas descargas por mi cuerpo.
- También puedo respirar bajo el agua, hablar con los caballos, controlar el agua, etc – Comento sin hacerle caso al comentario anteriormente dicho por él.
- ¿Y el chico de ojos azules? – Pregunta con voz seria y el ceño fruncido.
Levanto la mirada de mi mano, la cual se encuentra jugando con los dedos del pelirrojo, mi ceño se frunce e inclino mi cabeza hacia la izquierda, mientras una sonrisa divertida comienza a adornar mis labios, cuando comprendo que el chico frente a mí se encuentra celoso.
- ¿Eso que huelo son celos Weasley? – Pregunto con voz socarrona, mientras me acerco más a él.
- ¿También tienes superolfato? – Pregunta con una sonrisa divertida, aproximando su rostro hacia el mío.
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Curse or blessing (Fred Weasley) (Harry Potter & Percy Jackson)
FanfictionDonde Gianira Black es expulsada de su tercera escuela de magia y obtiene la oportunidad de estudiar en el lugar de sus sueños. o Donde Gianira Black se da cuenta de sus sentimientos por cierto pelirrojo e intenta esconderlos para protegerlo de su c...