Donde Gianira Black es expulsada de su tercera escuela de magia y obtiene la oportunidad de estudiar en el lugar de sus sueños.
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Donde Gianira Black se da cuenta de sus sentimientos por cierto pelirrojo e intenta esconderlos para protegerlo de su c...
Mi mirada se encuentra perdida en el horizonte, las ruedas del tren chocando contra los raíles consigue que mi cuerpo se relaje, por lo que poco a poco mis ojos se van cerrando. Mi cabeza cae hacia mi derecha dando con el hombro de uno de mis acompañantes, su risa causa que le dé un pequeño golpe en el pecho mientras trato de acomodarme sin abrir los ojos.
- Cuando llegues al campamento nos escribes – Dice el pelirrojo menor llamando mi atención.
- Mejor os realizo un mensaje iris – Respondo con una sonrisa en mi rostro debido a las caricias de mi novio en mi cabello.
Las conversaciones se suceden en el vagón, sin embargo, mi mente se queda en blanco, cayendo en un profundo sueño. En este la extensión del campamento mestizo se mezcla con el sol fundiéndose en el ancho mar, los últimos rayos del sol bañan los cultivos de fresas, creando una imagen preciosa.
A paso lento me dirijo hacia la cabaña donde paso las noches todos los veranos, observando como esta no se encuentra vacía, en un si interior, puedo observar a Syrena jugando con su daga de forma distraída, entre sus piernas y apoyando su cabeza en su pecho se encuentra el chico de cabellos azabaches.
Este mantiene sujeto en su mano derecha un libro escrito en griego antiguo, mientras su mano izquierda juega con los dedos de la mano de mi hermana. Desprenden una tranquilidad absoluta, al igual que todo el campamento, el cual se encuentra solo.
- Loki, tengo miedo – Susurra la chica con la voz algo rota – ¿Y si les pasa algo? – Pregunta con la mirada fija en su daga.
- Pequeña midgardiana, ellos estarán bien, no les va a pasar nada – Susurra sin levantar la mirada del libro, pero regalándole un apretón en su mano y comenzando a acariciar su pierna.
Syrena suspira con pesadez dejando caer su cabeza contra la pared, observo como la mano que sostiene la daga comienza a temblar y sus ojos se vuelven blancos. Reconozco los síntomas de inmediato, su pecho comienza a subir y bajar de forma rápida, demostrando como lo que la visión le está mostrando. El chico de cabellos azabaches suelta el libro de forma instantánea en cuanto siente que algo no va bien, gira su cuerpo encontrándose con el rostro de la de ojos azules empapado en lágrimas.
Sus manos se dirigen hacia su rostro, agarrando sus mejillas y escudriñando cada rincón de su cara con sus iris esmeraldas. Syrena comienza a balbucear, sin embargo, sus palabras son incoherentes e incompresibles.
- Pequeña, escucha mi voz – Susurra acercando su rostro al de ella.
Loki continúa hablándole y poco a poco los iris de mi hermana comienza a tornarse de su color normal, las lágrimas siguen cayendo de su rostro cuando ella se lanza a los brazos del hombre sollozando como una niña pequeña. Este acaricia su pelo mientras la acerca más a su cuerpo, obligándola a sentarse sobre su regazo, invirtiendo posiciones.
- Shh, eso es, suéltalo – Susurra con voz apacible y depositando un beso en su cabeza.
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