Donde Gianira Black es expulsada de su tercera escuela de magia y obtiene la oportunidad de estudiar en el lugar de sus sueños.
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Donde Gianira Black se da cuenta de sus sentimientos por cierto pelirrojo e intenta esconderlos para protegerlo de su c...
Hola, ¿que tal están? Solo vengo para avisar que este capítulo es algo más corto que los otros, porque no tenía mucha inspiración. Espero que os guste y, si comentáis y votáis os lo agradecería mucho.
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El rasgado de la pluma contra el pergamino y el golpeteo de esta en los tinteros es lo único que logra escucharse en la biblioteca del instituto de magia y hechicería a estas horas, paso las páginas de los libros que están ubicados a mi alrededor, mientras trato de concentrarme para realizar el trabajo que nos ha enviado el profesor de pociones sobre los diferentes componentes de la solución fortificante, sin embargo, fracaso en mi intento cuando mi mente se va hacia cierto pelirrojo. Suspiro con frustración tratando de quitar la imagen de su hermoso rostro de mi cabeza, pero todo se va al garete cuando unos brazos envuelven mis hombros y el olor a su colonia inunda mis fosas nasales, como si con solo pensarle, le hubiera llamado.
- ¿Qué haces preciosa? – Pregunta Fred depositando un beso en mi coronilla, a la vez que asoma la cabeza para observar lo que estaba llevando a cabo.
- Solo estaba haciendo el trabajo que nos mandó Snape, pero no logro concentrarme – Digo con pesadez, restregando mis manos contra mi rostro, en un intento de despojarme de toda la frustración acumulada – Pero dime, nunca pisas la biblioteca, ¿ocurre algo? – Pregunto preocupada, mientras me giro hacia su persona causando el choque de sus ojos marrones con los míos azules.
- Yo...
- ¿Tú? – Pregunto tratando de que siga la frase, sin embargo, aparta su mirada de la mía causando que la confusión crezca en mi persona. – Freddie, ¿te encuentras bien?
- ¿Eh?... Sí, sí... Vamos a gastarle una broma a las serpientes, ¿te apuntas? – Pregunta con el nerviosismo en su voz, dejándome en claro que esa no era la pregunta que quería lanzarme, sin embargo, acepto, puesto que me vendrá bien para despejarme un poco.
Por lo que, decidida a ir con los gemelos, me levanto de mi asiento y comienzo a recoger todas mis cosas con cuidado de no estropear nada. Una vez todo bien ordenado en la mochila, nos pasamos por la Sala Común, donde paramos para poder dejar mis cosas y recoger al gemelo menor. Cuando termino de bajar las escaleras que dan hacia las habitaciones de las chicas, una mano gruesa y un poco áspera agarra la mía, para tirar de mi hacia la salida de la habitación en la que nos encontramos.
Levanto la mirada, encontrándome con la espalda del pelirrojo por el que últimamente estoy perdiendo la cabeza y con el que las Moiras se han encargado de entrelazar nuestros destinos, lo que todavía no sé si decir que es una cosa buena o mala; puesto que es difícil convivir con un semidios si eres un simple mortal.
Salgo de mi mundo cuando el pelirrojo que tira de mí, para la caminata de repente causando que choque con su espalda, ganándome una sonrisa burlona de su parte, a lo que actúo sacándole la lengua como si fuera una niña pequeña. Asomo mi cabeza sin hacer caso de la mirada burlona que me sigue dando, para observar que nos encontramos en las mazmorras donde se ubica tanto la clase de pociones como la Sala Común de Slytherin.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? – Pregunto con duda en mi voz, hacia ambos pelirrojos.
- Ahora lo verás, preciosa – Contesta Fred regalándome un guiño.
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