Curse or blessing (Fred Weasley) (Harry Potter & Percy Jackson)

Chapter 3

- Oh, vamos, era solo una broma que ni iba para ti- Suspira con voz cansada uno de los gemelos, mientras mi paso solo se acelera.

Ruedo los ojos aún enfada por su imprudencia y la forma en la que se reían aun sabiendo que no me gustan las alturas, les tengo pánico, pero es algo que nos pasa a todos los hijos de Poseidón, el cielo es territorio de Zeus y digamos que ni mi hermano ni yo nos llevamos muy bien con el viejo toro que secuestró y violó a Europa. Por lo que este toma cualquier oportunidad que tiene para asesinarnos sin rechistar y hoy Fred y George se lo han dado servido en bandeja.

* Hace unos momentos. *

- Siempre sales de esa pared, ¿qué escondes allí, Gianira? - Pregunta el menor de los pelirrojos, por décima vez en el día.

- Ya te lo he dicho Ronald, mi habitación está tras esa pared, no les quedaban más habitaciones libres- Explico con una sonrisa de burla en el rostro.

- Sigo sin creerte- Comenta entrecerrando su mirada hacia mí, como si así pudiera leer hasta mis más oscuros secretos.

Agito la cabeza aún con la sonrisa de burla en mi rostro y lidero la bajada hacia el bar que la posada presenta, sin embargo, mi paso se ve interrumpido cuando siento como algo invisible tira de mí hacia el aire. Al notar que mis pies no tocan el suelo y que mi vida está ahora mismo en las manos del viejo que me odia, mi cuerpo se paraliza. El cielo comienza a tronar y es en ese momento en el que sé, que Zeus se ha dado cuenta en la posición en la que me encuentro.

- Oh, por Merlín. ¡Fred, George, bajad a la pobre chica en este mismo momento! - La voz de Molly causa que abra los ojos.

Mis orbes azules chocan con los marrones del mayor de los gemelos, quien cambia su sonrisa divertida por una mirada seria en cuanto logra observar el pánico reflejado en mis ojos, nuestro contacto de miradas se ve rota por el fuerte golpe que pega mi trasero en el suelo. Al notar terreno neutral, mi cuerpo se relaja, pero vuelve a tensarse cuando siento la presencia de ambos gemelos justo a mi lado acompañados de su madre.

- Disculparos ahora mismo con Gianira- Alega la pelirroja con la voz dura por el enfado.

Antes de que las palabras salgan de sus bocas, le regalo una sonrisa amable a Molly y comienzo a caminar hacia la salida del Caldero Chorreante con ambos gemelos atrás pidiendo perdón por su pequeña broma.

- Basta- Comento con voz dura y deteniendo mi caminar aun dándoles la espalda- Sabéis que le tengo miedo a las alturas desde pequeña y aun así no os habéis molestado en bajarme en cuanto os habéis dado cuenta de que era yo la que estaba sufriendo la broma. ¡Por los dioses, podría haber muerto Weasley! - Les grito lo último, dándome la vuelta y por fin enfrentándolos a la cara.

- Pero preciosa, ha sido un error la broma no iba para ti iba para Ron- Intenta defenderse el mayor acercándose cada vez más a mí.

- Iros al Tártaro los dos- Comento fulminándolos con la mirada antes de salir del lugar.

*Justo ahora. *

Mi ceño sigue fruncido pero un dedo empujando entre mis cejas obliga a que levante la vista, encontrándome con la mirada chocolate del chico frente a mí y que no ha parado de seguirme desde lo ocurrido. Alzo mis brazos y colocando mis manos en su pecho (bastante duro por las prácticas de Quidditch cabe decir) lo separo de mi persona, acto seguido cruzo los brazos sobre mi pecho. Desvío mi mirada de la suya y me acomodo en la pared en la que he apoyado mi espalda hace un rato, pero una cálida mano en mi mentón me obliga a volver a chocar mis orbes con los suyos. Nuestras frentes son unidas por el pelirrojo, mientras su mano izquierda se dirige a mi cintura como si intentara que no huyera.