Curse or blessing (Fred Weasley) (Harry Potter & Percy Jackson)

Chapter 5

- Lo has hecho aposta. Esta te la guardo, Poseidón.

Sacudo el agua de mi cuerpo, conteniéndome de secarme al momento en el que mis pies tocan la arena del lago que hemos estado cruzando, pues, aunque sea una bruja, estos no pueden salir del agua completamente secos a voluntad, a diferencia de los hijos del dios del mar. Suelto un suspiro, caminando con dificultad debido al peso que se sujeta en mis hombros por la capa mojada, imaginándome la sorna en la cara del viejo que tengo por padre. Sin embargo, sonrío débilmente puesto que el chapuzón ha venido bien para que el mareo que estaba padeciendo por el movimiento de la barca desaparezca.

- ¿Te encuentras bien? - Pregunta el señor de barba castaña hacia mí con preocupación en su voz, a la vez que se baja del bote en el que él iba.

- Claro, no hay nada mejor que un chapuzón en una noche estrellada- Comento mirando hacia el cielo con una sonrisa sarcástica en el rostro.

El hombre se ríe ante mi comentario y junto a los alumnos de primero nos dirigimos hacia el interior del castillo, que a mi parecer es majestuoso. El estilo del inglés medieval rebosa por cada punta de este, desde una de las torres altas hasta el puente que hune ambas zonas del castillo. En cuanto contemplo su hermosura a la luz de la luna iluminando cada recodo de este, no puedo evitar pensar en la rubia que tengo por mejor amiga, pues se volvería loca si viera la arquitectura que presenta tal edificio.

Cruzamos los jardines que conectan con el lago que con anterioridad hemos cruzado y en el que me he caído, contemplo cada esquina de este no pudiendo evitar fijarme en el oscuro bosque que se encuentra en uno de los laterales del castillo, un escalofrío me recorre en cuanto puedo observar la figura de un gran perro negro con ojos amarillos mirando hacia la dirección en la que nos encontramos.

Cuando su mirada y la mía colidan, vienen a mi mente imágenes de un animal muy parecido al que me observa en mi casa cuando era pequeña, sin embargo, resultan algo borrosas debido a la edad que tenía en ese entonces.

Mi mirada pierde el contacto con el animal, en cuanto el llamado de Hagrid hacia mi persona me despierta de mi ensoñación. Con una sonrisa de disculpa hacia su persona, me dirijo hacia donde se encuentran con un pequeño trote, sorprendiéndome cuando cruzo las puertas del castillo observando la cantidad de cuadros que se encuentran adornando todos los recovecos de las paredes. Observo cada esquina y cada decoración como si fuera una niña pequeña que acaba de entrar en la tienda de chuches más grande del mundo.

Después de un rato esperando a que termine lo que sea que está pasando dentro de la sala, las puertas de lo que supongo es el comedor se abren dejándonos apreciar a una mujer esbelta con ropajes verdes caminando hacia nuestra dirección.

- Buenas noches, una vez estemos en el centro de la sala os iré llamando en orden e iréis subiendo hacia la silla, donde se os seleccionará para vuestra casa- Comenta la castaña con voz suave y demandante.

En silencio nos adentramos en el interior de la sala, la cual se encuentra decorada por cinco grandes mesas, mientras cada una de estas parece pertenecer a cada una de las casas, la quinta es la mesa de los profesores; donde puedo apreciar como el director del lugar se haya sentado en el centro de esta. Este me dedica una sonrisa que respondo, para acto seguido levantar la mirada y observar como el cielo estrellado se refleja en el techo del castillo, gracias a lo que supongo es un hechizo, mientras las velas iluminan el lugar flotando en el aire con enorme pasividad.

Recorro con mi mirada el lugar en busca de cierta persona, pues cuando su mirada y la mía chocan siento como los nervios desaparecen en cuestión de segundos. En cuanto encuentro sus ojos marrones y noto la sonrisa tranquilizadora que envía hacia mi posición, siento como el aire que no sabía que estaba acumulando en mis pulmones, salen de estos en un suspiro tranquilo. Le sonrío con sinceridad mientras le envío un guiño, el cual responde con una sonrisa socarrona.