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En una parte del edificio el recién reconciliado grupo de amigos se trataba de organizar.

— Oh, pues hacemos algo tranqui en tus tierras —. Sugirió el del parche.

— Aunque ya no se yo, ONU me dió unos deberes y desconozco cuando los haré —. México le dijo.

— ¿Qué pendientes estuviste encerrada casi dos meses? —. Extrañado le dijo Chile.

— Bueno, ONU me los acaba de dar —

— Específica plis —.

¿Qué tipo de deberes le entregaron? No le viene nada a la mente para trabajos o acciones que la mexicana debería hacer.

— Pues actualizar mi ficha médica y dejar que OMS me revisé para tener información completa de mi estado de salud —.

— ¡Eso suena fácil! Solo le pides el favor a alguien para que haga lo de tu ficha y solo te presentas con el OMS —. Energéticamente le sugirió Chile.

— Es buena idea —. Contestó reconociendo la idea del chileno, pero lo hizo sin ánimos.

— ¿Hay algo más? Parece que algo no te late —. Preguntó Argentina, su ceño estaba ligeramente fruncido, hay algo sospechoso.

— Neta me pueden leer tan fácil —. Con una mano recogió los cabellos que se le habían escapado de la trenza, quitando de su cara todo el pelo.

Exhaló antes de decirles — Pues necesitaré tener unas reuniones con mis ex estados, ya saben California, Nuevo México, los otros... —.

— Texas —. Su boca se frunció tan pronto mencionó su nombre.

Los dos sudamericanos se voltearon a ver mutuamente, esto va a terminar mal ¿cómo se le ocurrió a la organización?

Todo mal.

A veces Chile se contempla si México seguiría odiando tanto a la texana, si no le hubiera sugerido esa terapia; el objetivo era que le dejará de llorar tanto a sus antiguos territorios como lo hizo Argentina.

Ya veía la lluvia de quejas por convivir con la gringa, pero alguien se colocó detrás de su amiga.

— Perate, creo que alguien quiere hablar contigo —. Señaló con su dedo al ajeno.

— ¿Quién? —. Volteó su cabeza para encontrarse con Austria.

Dios mío

Sus caras estaban casi pegadas por como giró su cabeza.

— ¿Te puedo ayudar en algo Austria? —. Le pregunto nerviosa por la posición.

— Claro que sí, necesito hablar contigo —.

Dió unos pasos atrás para recuperar su espacio personal — Bueno ¿de qué quisieras hablar? —. El nerviosismo no se le está bajando.

— Es sobre tí ¿mientras estabas ausente hiciste una transición? o ¿siempre fuiste así y lo mantuviste cómo un secreto? —. Directo al grano, cómo siempre.

Águila Azteca  [México]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora