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Después de un rato, la azteca se despidió de su descendencia y se dirigió al patio, dónde desapareció.

México se dedicó a limpiar la cocina, tirar los paños con sangre, y bueno darse un baño, se sentía muy sucia.

Ya en su baño se metió en la ducha, empezó a arder su cuello con el contacto agua, colocó shampoo en su cabello tallando con furor para sacar la sangre de este, nunca podrá sacar toda la sangre que ahí se encuentra. El rojo en su cabello y piel es muestra de todo el sacrificio, sangre que se derramó en su vida como nación.

Tantos conflictos donde se derramó sangre inocente, la de sus niños, ay, hoy que quería un día tranquilo está pensando en estás cosas.

—Chingada madre —. Salió de su boca suspirando.

— Enserio pasó de todo hoy —.Se decía a si misma.

En eso sintió que algo se deslizaba por su pierna, entonces bajo su vista al piso, periodo, de el dolor en el cuello se había olvidado por completo que estaba reglando.

— Verga —. Es lo único que pensó.

Siguió bañándose lo más tranquila que podía. Al terminar se envolvió en una toalla y corrió hacia su cuarto por los chones, las toallas femeninas estaban en el baño; ya con ambos se sentó en el retrete, la coloco con cuidado en sus choninos para no mancharse en su ropa luego.

— ¡¡AMAAA!! ¡Ya llegué! —. Se oyó un grito desde abajo con tono cantadito, junto con ladridos de perros.

— ¡Ok, ya bajo! –. Le gritó devuelta, para empezar a vestirse en chinga, un camisón negro es lo que se puso.

Con eso bajo corriendo las escaleras para recibir a su capital y a sus perros. Tanto como Yali y Paco se le abalanzaron encima de ella ladrando de emoción con sus colas moviéndose, todo eso por ver a su dueña. En cuanto al chilango, este abrazo a su madre.

Al separarse le dijo que fuera a servirles de comer a los perros, mientras le hacía de cenar. Un huevito con frijoles sería suficiente ella no cenaría, tantas bebidas le llenaron el estómago.

Pero de lo que no se daba cuenta la mexicana es que el chilango ya había terminado, y que se encontraba observando el signo en el cuello mientras ella se encontraba distraída cociendo el huevo con frijoles.

– ¿Qué paso? —. Preguntó rozando con sus dedos el cuello de su madre, dándole escalofríos.

- Tu abuela me visito, me lo hizo ella - Le dijo tranquila.

- Hmmm ¿Te dijo por qué? - CDMX sabe que casi todo lo que hace su abuela tiene un porque.

- No... Sabes que aveces puede llegar a ser tan juguetona como yo en ocasiones - Le respondió mientras apagaba los frijoles.

- ¿Crees que sea algo serio? - Le preguntó pasándole un plato para que le sirva el huevo.

- Dijo que la necesitaré después - Le respondió con un suspiro.

- ¿Y ya me vas a servir el huevo? - Le preguntó de nuevo, la verdad la visita con la veterinaria le dejo muy hambriento.

- Espérate poquito que apenas apague los frijoles, siéntate y te lo daré - Dijo tranquila.

Con eso la capital se sentó para esperar su cena, sacó su celular para platicar en el grupo de capitales de Latinoamérica.

Mensos superiores lati

CDMX: Mi jefa ya me está haciendo de comer.

- Mames no - Se le salió de la boca al ver su error, lo borro rápidamente.

Águila Azteca  [México]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora