Águila Azteca [México]

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Ya faltaba poco para que Venezuela se fuera, pero Argentina podía jurar que Venezuela estaba enojada con el, podía ver que le irritaba con solo estar junto a ella o con Mex.

¡Y lo peor es que no sabía el porqué! Hiciera lo que hiciera, parecía penetrarle con la mirada que deseaba quemarle con vida.

Pero por otro lado sus hijas parecen relacionarse con México y Laguna de forma amistosa durante estos días, están bastante cómodas a su alrededor incluso buscan hablar con ella sobre algo que no sabe él, bueno eso fue hasta que ayudó a guardar el mandado que ordenaron por línea donde vio tintes de pelo junto con tijeras para cortar el cabello.

— Oye México, por que compraste las tijeras y tintes? —. Al preguntar eso sintió de nuevo la mirada de venezolana.

—  Mi nena quiere teñirse las puntas entonces necesito –.

—Creo que esto es mucho me estaría aprovechando de ti—. México le shusheo al decir eso para volver a hablar.

Podemos aprovechar que las tres quieren un cambió de look—. Señaló el baño de la planta baja.

— Eh, mex no debías, yo podía llevarlas a una peluquería en mi país no era necesidad —.

— Creo que debería acomodarme a mis huéspedes, entonces solo trae a las chamacas acá para empezar con su gran cambio —. Dió un giño para tomar todo lo comprado al baño.

— ¡Niñas bajen todas!  —. Con ello una estampida de zapatos bajando las escaleras sonó anunciando la llegada de las infantes al piso de abajo todas emocionadas, todas respirando de forma fuerte por como estaban jugando. O peleando quien sabe

— ¡Aquí estamos! ¿Qué pasa?—.

Argentina solo les señaló el baño al cual todas fueron encontrando a la mexicana preparando el tinte con unas tijeras al lado suyo.

A la norteña le brillaron los ojos, pero las isleñas brincaron de la emoción al ver lo que se encontraba en ese cuarto. México volteó a verlas —  Quién primero —. Con ello un chorro de yo, yo, yo, yo llenaron la habitación pidiendo ser primera.

— Ummm —. Con el dedo señaló a Soledad, para después sentarla en una silla frente al lavadero mojandole su largo cabello, blanco y ondulado como el de su padre Argentina.

Al tenerlo húmedo se lo colocó en una trenza con una liga que tenía cerca para después tomar otra — ¿Hasta donde lo quieres? —. Sin vacilar la pequeña contesto — Me gustaría tenerlo como mi papá —. Sin vacilar colocó la liga a la altura deseada para proceder a cortar el pelo de la niña con cuidado para que luzca bien al terminar.

Después de un tiempo termino de arreglar a la infante.

— Listo —. Con ello le palmeo la espalda indicándole que termino.

Se bajó de la silla para verse bien en el espejo.

— Papá mira, mira —. Emocionada fue con su padre.

— Una terminada, faltan otras dos, Laguna vamos a ponerte el tinte —. La pequeña laguna acato las indicaciones de su "abuelita".

— Creo que deberías empezar con Malvinas sino ésto tardará demasiado —.

Entonces ambos pasaron bastante tiempo platicando mientras arreglaban a sus territorios, bromeando o descubriendo más cosas sobre la mexicana. De vez en cuando Soledad entraba para decir unas cosas para después ir con los demás personas de la casa.

Una tarde divertida excepto para una Venezolana que estaba celosa en su habitación, pero decidió bajar para preparar un platillo para todos esperando estar sola pero la mexicana se encontraba tallando sus manos para quitar el tinte que no salía parecía empezar a desesperarse al punto de tallar con mucha fuerza sus pobres manos.

— Creo que si te tallas con más fuerza vas a sangrar

— ¡Venezuela! No sabía que estabas ahí, si es que me desesperé, creo que tuve que usar guantes —.

La de colores primarios cerró el grifo además de quitar las manos de México del lavabo.

— Esa es mucha fuerza, segura que no traes nada?

— Bueno, estoy angustiada...

— ¿Por? —. Abrió un gabinete para buscar ingredientes.

— Es que creo que ya no puedo cambiar, lo intente ayer pero no logro hacerlo, e-estoy tratando distraerme con muchas cosas pero no puedo cada vez que pienso que ya me siento bien vuelve la bruma... —. Agarró sus manos viéndolas.

Venezuela paró su busca de víveres, se acercó a la mexicana y la abrazo con fuerza — Tranquila todo estará bien chama —. Y la siguió abrazando, un sonrojó se hizo presente en Venezuela al oler el cabello contrario, olía tan bien como quisiera estar más cerca.

— Gracias...

No rompieron el abrazo hasta que la mexicana decía que se sentía mejor, la venezolana decidió empezar su labor nuevamente.

Las niñas llegaron a la cocina para presumir su pelo, todas reían elevando la voz para obtener la atención de la que cocinaba. Mientras que el otro adulto responsable se encontraba limpiando el desastre que estaba en el baño, papá del año verdad?

México seguía algo agüitada pero quería disfrutar este día, entonces dejara eso de lado, pensara que era como antes cuando estaba su madre con vida cuando estaba totalmente libre de preocupaciones, de secretos que otros puedan atacarle. Cuando su cuerpo era el mismo a todas las horas del día, que buenos tiempos que ya no se encuentran presentes pero que ella podría hacer presentes en poco tiempo, si es que es lo suficientemente valiente para lograrlo, amaba su vieja vida y un poco la actual.

Mientras pensaba logro ver un colibrí en la ventana, una idea surgió en su cabeza ¿Qué tal sí? ¿Cómo no lo pensó? Un suspiro de alivio salió de ella cuando esa idea se sentó en su cabeza.

Mamá

A veces eres cruel

Sonrío un poco por aquel pensamiento, el colibrí se fue en breve.

Creo que hoy dormirá en paz. O al menos tendrá una explicación para todo ésto, pero mejor le preguntará esta noche mientras que todos están dormidos la llamara para tener una explicación concisa si es que se la logra sacar.

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Muchas gracias por leer
UwU

Espero que hayan pasado muy buen año nuevo y navidad a pesar de todo lo que a pasado.

Si se que está parte está fofa, trataré de mejorar.

Y
¡Felicidades estás en el 2021!

~ Besos con sabor a concha de mazapán o chocolate, la que gustes.

Si estás leyendo esto mi xunca, te quiero, tú me inspiras a hacer muchas cosas.
✨