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Todo estaba callado, los países se levantaban poco a poco después de la fiesta tan extensa. Un chileno y un argentino dormitaban en la cama, las sábanas se encuentran tiradas en el suelo mostrando sus complexiones diferentes, Chile con su delgado cuerpo se aferra al cuerpo alto de Argentina. La posición se veía algo tierna, pero probablemente muy incómoda paea los huesos.

Hace unos años ni siquiera se hubieran dicho un " hola " ¿ por qué ? la guerra de Las islas Malvinas, Argentina le acusaba de traidor a Chile, debido a que ayudo a Reino Unido a llevarse a sus nenas.

Los dos tenían una pelea cada que se veían y hablan mal del otro cada que podían con algún otro country, los sudamericanos se cansaron de eso por eso dejaron de hacerles caso, después buscaron que les escucharán los centroamericanos, no les hicieron caso.

Por lo que terminaron con México cada uno quejándose por su lado; esto harto a el mexicano y decidió citarlos en el mismo lugar.

Se trataron de pelear de nuevo, termino dando su punto de vista a ambos, que Chile no era un traidor debido a que no había una alianza en ese entonces, pero que Argentina tenía derecho de enojarse (pero no al punto del odio). No resolvió sus problemas de inmediato, pero ayudo a terminar progresivamente su rivalidad. Y convertirse en un trio de amigos muy animado.

Pero volviendo al presente, los dos sudamericanos se empiezan a despertar tranquilamente separándose poco a poco del otro.

— Che, en que cuarto estamos? —. Preguntó algo adormilado el argentino.

— No es el nuestro, así que parece que tenemos que salir del cuarto —. Dijo con un poco de dolor por la resaca.

— Bueno, debemos que cambiarnos así que vamos a nuestra habitación —. Le respondió al chileno levantándose de la cama.

Los dos salieron dirigiéndose a su habitación para cambiarse para la junta. Ambos vieron a los demás arreglarse para la reunión, moviéndose de un lado a otro, ingresaron a su cuarto y empezaron a desvestirse.

— Tu sol está agrietado —. Mencionó Chile al verle el torso al argentino.

— Y a ti te sangrando el codo, y no te iba a decir nada —. Respondió irritado el de bandera celeste.

— ¡¿ Qué ?! —. Gritó Chile mirándose el codo, el cuál efectivamente estaba sangrando de forma abundante.

— Tranquilizante, solo son tus protestas y mi agrietado es la inflación, luego pasará —. Dijo sereno el contrario pasándole una venda para la herida. Se terminaron de arreglar y pasaron al comedor para desayunar y tomarse una pastilla.

Los latinoamericanos presentes en el comedor preparaban el desayuno, claro primero se pelearon para ver quién cocinaba, el ganador fue Perú, el cual estaba emocionado por cocinar para los demás. El resto despertaban a los demás y ayudaban a alistarse rápidamente.

— Oigan ¿ya despertó México? — Preguntó República Dominicana mientras le pasaba un vaso de agua a Cuba.

"No sé" pasó por la mente todos los que estaban en el comedor — Esta en su habitación, le desperté hace rato —. Contestó CDMX el cual estaba entrando a cocina.

Chile y Argentina salieron corriendo a la habitación para sacar a México de esta, más un tercer country se había levantado de la silla, pero se volvió a sentar casi de inmediato para continuar tomando café.

—¿Porqué te ibas a levantar Guatemala? —. Preguntó el Salvador.

— Para checar a México —. Contestó el Guatemalteco, algo que desconcertó a bastantes debido a qué la relación entre ellos no era buena desde hace años. — Y... ¿la razón es? —. Preguntó Perú bastante intrigado, debido a que de vez en cuando mientras expresaba los corajes que tenía hacia Bolivia, Chile y Argentina le llegó a comentar del odio que le tenía a México.

— Necesito hablar sobre algo con él —. Se levanto y se dirigió al pasillo.

— Were you're going? —. Preguntó Belice.

— Al baño —. Se oyó la voz de Guatemala responder con algo de desgano..

Todo se sumió en un silenció prolongado hasta que alguien hablo.

— Belice, por favor habla en español, todos entendemos inglés pero la verdad no lo quiero hablar —. Dijo Honduras.

— Neta la cagaste Honduras —. Comento CDMX uniéndose a la conversación.

La plática continuaba mientras que en la planta alta de la casa Chile y Argentina tocaban fuerte la puerta del Mexicano. El chileno volteó al argentino diciendo — Siempre tarda mucho en arreglarse este weon —. Algo irritado, Argentina estaba a punto de responderle cuando se abrió la puerta.

El mexicano estaba enfrente de ellos vestidos y arreglado — Si quieren saber porque tardó tanto en alistarme, en dos semanas los invito a un chocolatito caliente aquí en mi casa — Dijo el chico con el águila, pasando sus brazos detrás de ambos chicos para empezar a caminar con ellos.

— Pero sin Chile en el chocolate — Dijo Chile. (Xd)

— Jsjsjsjsj, no bueno sí — Le contestó México mientras dirigía a los dos por las escaleras y llevarlos a la planta baja.

— Solo has lo que te dijeron pibe — Le dijo el argentino.

Cuando llegaron a la planta baja todos parecían estar hechando carrilla entre ellos mientras desayunaban. México agarró un pan dulce y empezó a tomarse un café que le dio Perú al percatarse de su presencia.

Después de todo esto los latinos empezaron a pedir Uber para ir pequeños grupos, más algunos se quedaron con México para que les llevará en su camioneta.

Durante los traslados los latinos platicaban de lo que les había pasado en el tiempo que no se habían visto u de alguna tontería que se les ocurriera antes de entrar a la Junta de la ONU, bastante odiosa para todos ya que para ellos no sirven de casi nada.

Debido a que si una nación tenía un problema grave si una potencia no apoyaba no importaba si más de 100 países se sumaban a la causa, la ONU no haría nada. Cabe agregar que nunca los toman enserio, tal vez jueguen un poco y no sean del todo maduros, pero detestan que los traten como niños caprichosos cuando ellos hacen muchísimo más que ellos para obtener menos resultados que ellos, tristemente.

Ya llegando a su destino se separaron en grupos más pequeños para checar lo que había a los alrededores y particularmente un mexicano se quedó solo caminando hacia la sala de juntas.

— Enserio detesto venir a esto — Dijo el mexicano mientras desenvolvía un chocolate.

— Yo también, pero opino que deberías de comer menos chocolate y... —. Dijo un guatemalteco caminando atrás de México.

— Te dije que hoy no —. Le interrumpio el mexicano para entrar a la sala.

Guatemala quedó algo anodado por la actitud de México, suele ser muy amigable, pero decidió pasar a la sala también. Y con eso todos los latinos empezaron a entrar para esperar a los demás para la Junta.

Águila Azteca  [México]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora