¡¿CASARNOS?! (Higuel)

CAP 20

Narración normal:

A pesar de todos los acontecimientos que están pasando en las familias, la fiesta de compromiso seguía en pie, dado así que no le dieron importancia a las quejas y peticiones que hacían los futuros esposos acerca de atrasar el festejo para otra ocasión, haciendo creer que todavía no se querían casar, algo que era cierto, pero ese no era su preocupación en ese momento para ambos, el solo hecho de que la hermana menor del alfa este en reposo en su casa le daba un temor absoluto a Miguel que pase por la misma situación y que no esté con ella.

Por suerte o mala en esa situación, Rosa acepto cuidar a la menor mientras estaba en el evento, y vaya que el evento será bastante grande, no solo conocidos y amigos iban a venir a ver, si no también varios medios de comunicación, para difundir la noticia, logrando haciendo "oficial" el romance que tiene ambos jóvenes.

Para que el evento no sea interrumpido por algo minino y que se difunda cualquier cosas, se le pide de antemano dejar el celular a la entrada del salón donde se estaba organizando, no solo a la prensa, también a los invitados que llegarán, y para empeorar todo el asunto, también los propios novios deberán de dejar el aparato, también para que no hagan algo raro que pueda perjudicar el evento.

Por esa razón, al llegar al evento la familia Hamada, se encontraron con una escena en la entrada que para los mayores es un problema pero para el menor es algo cómico, siendo está es nada más que el hijo mayor de los Rivera, teniendo su celular en mano viendo como este estaba intentando comunicarse con alguien mientras que su madre le está exigiendo que entre de una vez al salón, siendo ignorada olímpicamente por su propio hijo.

Al estar el moreno muy concentrado en contactar con esa persona, no se dio cuenta que se le acerco el nipón con mucho sigilo, para así darle un buen susto con solo tocarle el hombro, la ver al omega cambio sus actitud de preparación a una calma y tranquilidad que le sorprendió un poco a la madre del alfa, y no solo a ella, también a la madre de Hiro, que desde que iniciaron el viaje al salón, su hijo se veía demasiado molesto, sin importar lo que le dijera, nunca lo cambio hasta la llegada de este lugar su rostro logro sacar una sonrisa al ver a Miguel.

-¿Todo en orden Mig?- Pregunto el nipón, al verlo ya más calmado a su contrario.

-Ay Chino, gracias a Dios que estás aquí...- Respondió el moreno más aliviando, mostrando su preocupación mientras miraba nuevamente su teléfono.- Pues te digo que Mirabel todavía no me contesta y me está poniéndo nervioso.

Hiro asintió con la cabeza, para así ponerle la mano en el hombro de Miguel para lograr apaciguar la situación.- Tranquilo, seguramente está dentro y no te pudo responder ya que le quitaron el celular.

-¿Estás segura de que está dentro?...- A pesar de todo, Miguel tenía sus dudas ante la situación, sabía cómo era su amiga y se le hacía extraño que no lo haya avisado.

- Totalmente seguro...-Se mostro tranquilo el nipón ante el mexicano y para tranquilizarlo un poco más se acercó a el para susurrarle algo en el oido con burla.- Además, será mejor en entrar antes de que las brujas que tenemos como madres nos metan a patadas al salón.

Con solo decir eso, Miguel saco una carcajada y logro entrar al salón con Hiro agarrándose de las manos con normalidad, ambos sin quejarse o mostrar resistencia al dejar sus celulares en esa caja para mantenerlos asegurados, viendo atentamente las madres de ambos ese cambio que tuvieron, para así mirarse entre si y mostrar una sonrisa sinica ante la situación de sus hijos.

-Al parece el plan está funcionado Señora Rivera.- Cometo la situación la señora Hamada a la contraria con mucha tranquilidad y felicidad.

-La verdad pensé que pondrían más resistencia, pero valla que me equivoqué,...- Contesto la morena con un tono de burla ante la anterior escena que vio con los hombres.