El lado oscuro de la luna- Rebeca.

Capítulo XII: Alianzas

Han sido días interesantes, cargados de sucesos en mis dos mundos. En casa, mis padres, tíos y abuelos hacen los preparativos para la luna mientras que reciben una que otra visita del consejo para hacer seguimiento al "problema de hechicería local". Y mientras tanto, yo voy y vengo con ese "problema de hechicería local" sin que me importe un rábano - al menos en apariencia - lo que el resto del mundo oculto piensa de ella. 

Sigo caminando por la cuerda floja, pero al menos ahora no está en llamas que me queman la pisada. Oczy es un misterio para mí, pero está de mi lado. Estos días me ha demostrado la forma sinigual en que puede respaldarme, y creo que comienzo a adaptarme a ella. Desde que Penny murió, no he tenido a nadie del mundo oculto en la escuela. Eso ha hecho que me sienta muy sola.

Estamos en el gimnasio junto con nuestros amigos. La unión de ambos grupos ha sido curiosa desde el principio, como si siempre nos hubiéramos conocido. 

Ámbar y Briz tratan de convencer a Marcos acerca de que el gorro que usa a diario va a hacer que se le caiga el pelo. David se ríe detrás de él, y Oczy observa entretenida el intercambio, sentada junto a mí. Hoy está un poco distante del resto, como si anduviese perdida en su conciencia. 

Abajo, en la cancha que usa el equipo de Basquetbol, el director acomoda el sonido del micrófono junto con su secretaria. Nos citaron por un anuncio urgente. 

- Oczy - llamo para abstraer su atención -, ¿está todo bien?

Ladea la cabeza, reforzando su expresión de ligero desconcierto, y se acerca. 

- Iba a decírtelo esta mañana, pero faltaste a las dos primeras horas. 

- ¿Qué es? - pregunto preocupada. 

Oczy baja la voz. 

- Esta luna vienen a casa personajes muy importantes de la orden mayor - se cerciora de que los demás sigan en otra cosa y continúa -. No es común, Eileen. Algo sucede. 

Su actitud no me tranquiliza en lo más mínimo.

- ¿Crees que tramen algo? ¿Que sepan algo? 

Se encoge de hombros. 

- No han venido por nada...- hace un gesto cuando el micrófono del director produce un chillido ensordecedor. Yo también lo padezco -. Incluso Erno y Ácrata, las cabezas de la orden, estarán allí. Hay algo podrido en el caldero. 

Me estremezco. El día de la luna llena, los hermanos de Oczy se enteraron del linaje de Slint Vain que vive en estos bosques, y hasta ahora, no hemos oído de ningún plan para erradicarnos. Oczy tampoco volvió a hablar con sus hermanos del asunto; apenas se ven en casa. Pero ella guarda la sospecha de que al menos Prado, en vista de que las medidas no han sido tomadas, pudo haber informado a autoridades de gran competencia acerca del incidente, y eso podría acarrearnos grandes problemas. Sobre todo si descubren que el linaje en cuestión es de los Slint Arc Vain: uno de los que más famosos asesinos de hechiceros ha engendrado en los últimos siglos.  

- Debemos ser más precavidas - le digo -. No subestimar el peligro de ninguno de los dos lados.

- Estamos rodeadas, literalmente - suspira ella, y baja un poco la mirada hacia el escenario-. ¿Has podido saber algo de los cazadores?

Ladeo la cabeza. Las reuniones se celebran en lugares alejados de mi alcance, no importa lo mucho que pare la oreja. Pero me inquieta que el grupo que me crucé siga apareciendo por aquí, como si no se cansaran de repasar los mismos terrenos. Me hacen pensar que...

- Van detrás de alguna certeza - se adelanta Oczy cuando comienzo a exponer mis inquietudes -. ¿Qué crees que sepan? 

- Bueno- digo, rascándome la sien -, de seguro más que nosotras. Lo que dijeron del ritual...