VI

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-¿Cómo fue que me involucré en esto?- preguntó Deku mientras terminaba de vestirse para un desafío.

Alguien toca la puerta de la habitación de piedra.

-¿Ya estás listo?- preguntó Aichi del otro lado de la puerta.

-Ah, sí- respondió.

El peliazul entra.

-Lamento que hayas tenido que hacer esto.

-Descuida. Después de todo es mi deber proteger a los de la realeza- dijo con orgullo.

-Pero yo no...

Es interrumpido por Naoki quién trae una espada en la mano izquierda- con que ya estás listo. Tienes agallas.

-Bueno...

-No te ofendas, pero al juzgar tu apariencia, no tienes condiciones para pelear ¿Cada cuánto entrenas?

Midoriya baja un poco la cabeza avergonzado- jamás he entrenado.

-¿Cómo?

-Entonces: ¿Por qué aceptaste el reto de Bakugo?- preguntó Aichi.

-Porque no quería que el príncipe Todoroki arriesgara su vida, por eso tomé su lugar al igual que la tuya.

"¿Intentas protegerme?" Pensó el peliazul.

Después de que la reina los liberó, no podían estar tranquilos, ya que los demás clanes no estaban del todo de acuerdo dejarlos en libertad.

-¡Necesitamos pruebas!

-¡Sí!

-¡No podemos confiarnos!

Empiezan los reclamos, hasta que Kai se pone frente a los chicos y con una mano, logra callarlos.

-Sólo existe una manera de ponerlos a prueba. Nosotros los clanes dragón no toleramos injusticias y traiciones. No obstante, tenemos una ley obligatoria que cumplir y eso es: ¡La batalla sagrada!

Y así, todos estuvieron de acuerdo.

-¿Qué es la batalla sagrada?- preguntó Aichi a Nicole.

-La batalla sagrada es un enfrentamiento de vida o muerte. En pocas palabras es un reto- explicó.

-Así será- asintió Kai- los príncipes enfrentarán el reto.

En eso Bakugo se acerca al castaño mayor, lo toma del hombro y con una sonrisa arrogante le muestra a los chicos que él está dispuesto a enfrentarlos.

-¡Y yo seré quién ponga el reto!- anunció.

Kai frunce el ceño, nunca le agradó el rubio, ya que él es uno de los más poderosos príncipes del clan dragón.

Aichi no se dejó intimidar, tampoco el bicolor. En eso, Midoriya entiende que su príncipe está dispuesto a enfrentarlo.

¡No! No puede dejar que le hagan daño.

-¡Yo haré el reto!- anunció Midoriya.

-¿Midoriya?- inquirió Todoroki.

-Como su acompañante, mi deber es protegerlo. Así que yo desafío al príncipe Bakugo en su lugar.

El rubio resopla- Eres un inútil. Jamás podrás vencerme.

-¡No dejaré que dañes a mi príncipe! ¡Ni al príncipe Aichi!- lo encaró.

Eso dejó a todos con los ojos abiertos.

-¡Él me ayudó! Le debo un favor, así que yo haré el reto por él también- dijo con decisión.

Bonhomía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora