XII

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Al día siguiente, los chicos se preparan para seguir con su camino junto con un nuevo integrante, Yuya fue el último en salir de la cabaña, antes de irse, se despide de su hogar dando una última mirada.

Salieron del bosque negro, ahí Yuya detiene a Aichi- espera, necesito darte algo- se quita una cadena plateada que escondía debajo de su armadura y ahí cuelga una luna del mismo material con una pequeña piedra oscura a lado- es un amuleto protector, aunque no puedas usar tu magia, ésta te ayudará a ser inmune a la magia enemiga, pero no te protegerá contra ataques físicos.

Aichi la acepta- gracias. No me gustaría ser una carga.

-No te esfuerces demasiado- ambos sonríen.

No cabe duda, Yuya es una persona amable. Aunque por otro lado, el rubio, por alguna razón, no le pareció ese pequeño gesto que hizo el chico hacia Aichi.

-¿Kacchan?- el pecoso le llamó la atención al ver cómo frunce mucho el ceño.

-¿Acaso estás celoso?- preguntó Shoto.

-¡¿Quién está celoso?!- responde con otra pregunta.

Nicole ríe un poco.

-Vámonos, chicos. El viaje aguarda.

-¿Por qué está molesto?- preguntó Yuya.

-Es alguien peculiar- agregó Aichi.

Durante el camino, Yuya les pidió que les diera sus pertenencias, ya que cuenta con una caja mágica que sirve para guardar cosas como armas y comida, hasta cuenta con un baño portátil que les servirá más adelante, y así pueden andar libremente, co...

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Durante el camino, Yuya les pidió que les diera sus pertenencias, ya que cuenta con una caja mágica que sirve para guardar cosas como armas y comida, hasta cuenta con un baño portátil que les servirá más adelante, y así pueden andar libremente, cosa que a Deku le pareció algo asombroso y comienza a hacerle preguntas a Yuya.

Después del medio día, llegan a un reino.

-Creo que deberíamos conseguir un poco de dinero y comprar comida ¿no creen?- sugirió Yuya.

-Tienes razón- confirma Shoto.

La puerta del reino es muy grande.

-¿No creen que es un poco...?- pregunta Nicole extrañada.

-Es probable que se trate de...- Bakugo no pudo terminar de hablar, pues los guardias los reciben, y si eso no es suficiente, la altura de esas personas es más alta que una persona promedio- tal como lo sospeché. Llegamos al reino de los Titanes.

-¿Titanes?- preguntó Yuya.

-Eso explica todo- confirma Nicole.

Todos los habitantes son altos y los niños tienen la altura de un joven de 17 años.

-¿A qué vienen?- preguntó uno de los guardias.

-Vinimos a vender un poco de nuestra mercancía- inquirió Shoto con calma.

-Al juzgar por sus atuendos, me atrevo a decir que son de la realeza.

-Sí, bueno, vinimos desde muy lejos, y sólo necesitamos dinero y comida. No nos tomará mucho tiempo.

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