hijo del talento

cap 18 la gran batalla

Chale no encontré buenas imágenes para usar en el cap.

Toca usar el poder de la imaginación de nuevo
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Saltando por piedras, árboles y básicamente cualquier superficie donde podía reposar por breves instantes sus pies, la figura oscura del guerrero esquivando cada ataque de la gran bestia que volaba encima suya dejaba un rastro de destrucción por dónde iban.

Solo era poner sus pies en alguna cosa y luego las llamas negras que salían del aliento del dragón quemaban de forma irreparable el lugar.

Al momento de caer encima de un lago una gran cadena fue lanzada atrayendo una gran roca que interceptó el aliento negro del dragón.

En otras circunstancias la gran roca hubiese sido un gran problema pero para un ataque de una bestia de alto nivel fue como quemar un malvavisco.

Aún así está no fue completamente destruida por las altas temperaturas del aliento por lo que el dragón uso su gran cola como una bola de demolición destruyendo está haciendo de lo que fue una vez una gran roca a solo pedazos de grava.

Tras destruirla una columna de humo oscuro fue llenada en su boca listo para salir disparado hacia el chico.

Pero no había nadie detrás de la piedra destruída a pesar de ser un mounstro este se sintió confuso al recordar cómo había una persona detrás de esta.

A lo lejos mientras el dragón estaba confundido Bell estaba preparado apuntando hacia la boca del dragón con su arco y su flecha encendía en un fuego verde.

La tensión de la cuerda del arco fue rota cuando sus dedos dejaron la cuerda.

En cámara lenta se vio el recorrido que hizo la flecha para llegar a la mandíbula del dragón haciendo contacto con el humo oscuro que salió de este provocando una gran explosión en su hocico.

Una queja de dolor en forma de rugido para luego levantarse en el aire con ayuda de sus fuertes alas sobrevolando la zona.

Con una rápidez seguramente envidiable por la misma Artemisa a la hora de cargar y disparar, una ronda de doce flechas fueron lanzadas en forma de triángulo hacia el dragón.

Al hacer contacto con el lagarto estás se encendieron en una luz roja que explotaron la mismo tiempo llenando de un espeso humo oscuro por la explosión.

Todo el humo fue disperso cuando las alas del dragón aletiaron con tanta fuerza que provocaron una ventisca de aire que saco volando unas cuantas cosas.

El fuego abrazo todo lo verde que había a su paso mientras su enemigo humano corría esquivando las llamas.

Con el fuego consumiendo todo lo que dejaba a su espalda Bell a pesar de llevar una armadura bastante grande se movía como si no llevará nada puesto.

Aún y si podía mantener la distancia del dragón sabía que no podía solo correr eternamente en una dirección, levantó su vista y a lo lejos veía una gran montaña capaz de darle cierta protección temporal.

Pero antes de siquiera entrar a una cueva para refugiarse el dragón negro anticipo su movimiento aterrizando con tal fuerza que las cuevas rápidamente fueron destruidas con un derrumbe por parte del dragón.

Estando acorralado Bell no tuvo más remedio que probar la resistencia de su armadura creada a partir de otras grandes bestias.

Que bueno que había creado su armadura completa cubriendo cada parte de su cuerpo y no del típico que exponía su abdomen, brazos y cara como otros decidían llevar.

La prueba de risistencia había sido un éxito pero no se quedaría parado para seguír con la prueba a largo plazo.

De su bolsillo saco un tuvo de ensayo color azul que destruyó con sus dedos.