hijo del talento

pequeñas historias (6)

Durante la mañana movida de la familia Hera, una habitación en especial tenía cierto movimiento incomprensible.

Una madre soltera cobraba uno de varios favores que tenían pendientes ella y su superior.

Alfia el mounstro del talento revisaba las últimas cosas por catorceava vez antes de dejar a su hijo de no mayor de tres años de edad en manos de la única persona que consideraba superior a ella o su hermana.

La emperatriz capitana de la familia Hera tenía una mirada confusa y molesta mientras veía al frente suya como un niño plateado con un peluche de conejo en sus manos era dejado sobre su cama.

Emperatriz: por qué tengo que cuidar a tu cria?.

Alfia: cree me si fuera por mi nunca lo dejaría a tu cuidado, solo que las circunstancias me hacen tomar medidas desesperadas.

Emperatriz: así?,cuáles son esas circunstancias?.

Alfia: mi hermana tiene que ir a revisión mensual con su doctor, nuestra diosa tiene una reunión importante con el resto de dioses y no quiere que ese pervertido cuide de mi niño, el podría corromperlo mientras cumplo con la cuota de la familia.

Emperatriz: no estás exagerando?.

Alfia: no creo que alguien como tu puedas usar esa frase, -suspiro- cómo sea, te deje una nota de lo que necesitas saber para cuidar a bell.

Emperatriz: bell?, así le pusiste a tu bodoque con patas?.

Alfia: si?, algún problema?.

Emperatriz: creí que serías de las que pondría nombres exóticos como Arthur, Alexander, Ludwig o sanguinius, pero bell es un bonito nombre.

Alfia: por qué pensarías que yo......olvídalo.

Dejando de lado a su capitana alfia se acercó a su hijo para abrazarlo.

Alfia: no tienes por qué ponerte triste bell, mamá volverá antes del anochecer, podrás soportar mientras tanto?.

Bell: chi! -feliz-

Alfia: no, no digas más, mamá promete volver antes de que te des cuentas y te pongas triste por mi ausencia.

Bell: mami voy a estar bien, YA SOY UN NIÑO GRANDE!!-dijo mientras levantaba sus manos-

Alfia: claro pequeño bebé, mamá te conoce bien pero aún así-

Emperatriz: SI! SI! SI!, YA ENTRE MAS TE QUEDES AQUI MAS TARDARAS EN REGRESAR DE LA MAZMORRA!.

alfia: odio decirlo pero tienes razón, -tch- está bien, -se agacha para estar a la altura de su hijo-bell cuídate y si alguien te intenta poner la mano encima.

Antes de continuar bell abrazo a su madre enrollando sus bracitos en su cuello.

Bell: mami te quiero mucho.

Alfia: -sonriendo- yo también.

Con muchas dudas en su mente, con preocupación que la atormentaban y sin mucha confianza en sus acciones alfia cerro la puerta dejando a la emperatriz ficha principal de su familia y a bell su hijo atrás.

Después de que alfia dijo lo que tenía que decir la emperatriz bostezo de aburrimiento, tenía planeado dormir hasta el día siguiente y eso iba a hacer.

Se tiró sobre su cama llena de cosas suaves como las almohadas, sabanas algún que otro peluche y un bell que se le quedó.

Bell: quieres jugar conmigo?.

Emperatriz:..............no -se oculta entre las sábanas-

Bajo las suaves telas de las sábanas la emperatriz decidió esquivar el problema plateado que tenía en sus manos.