Han Jisung es un profesor de Artes con una vida perfecta y Lee Minho un demonio desesperado en busca de su alma gemela.
¿Que pasará cuando al fin la encuentre?
- Los angeles y demonios tienen prohibido enamorarse.
...
- Hannie ¿Estás listo? — Changbin entro a la habitación del rubio para verlo acostado en su cama, sin camisa, con unos pantalones negros y los ojos cerrados — ¡JISUNG! — este dio un salto sorprendido y se sentó en la esquina de la cama, se frotó los ojos y miró a su amigo quien se encontraba en el marco de la puerta.
- ¿Qué paso? — Changbin lo miró mal y se acercó.
- Son más de las doce de la noche y quedamos en salir a las once — dijo molesto.
- Creo que no iré — se levantó de la cama y fue a su armario.
- Tienes que ir, si no ¿Con quién se quedara Minho? — el rubio se ruborizó y este río perverso — ya veo — dijo el castaño — pues tendrás que ir porque como profesor no puedes fallarle a tus estudiantes y tienes que hablar con él — se acercó a su amigo.
- Binnie ¿Ya están listos? — el chico con pecas se asomó al marco de la puerta — ¡OH! Lo siento — dijo y se tapó los ojos.
- Tranquilo Lixie — dijo Han riendo — tenemos lo mismo - buscó una polera blanca y la puso encima de su cama, el castaño de pronto se detuvo a examinar el cuerpo de su amigo.
- ¿Jisung? — el rubio levantó la cabeza mirando a su amigo, se encontraba abrazando al de pecas quien tenía las mejillas rojas de la vergüenza — ¿Te hiciste otro tatuaje? — el rubio se sorprendió, se dio vuelta mirándose en el espejo y vio que serca de su pelvis había algo dibujado, se trataba de un corazón y dos plumas una más oscura que la otra, ambas estaban cerca, pero no unidas.
- ¿Qué carajos? — tomó un paño con los que secaba su pincel y lo frotó, pero este no salió — parece que es un tatuaje.
- ¿Cómo es posible? — dijo su amigo.
- No lo sé Binnie, pero creo que debería estar acostumbrado ¿No? — el chico quedó mucho tiempo mirando aquel dibujo en su piel — aunque no está mal — el castaño asintió y el rubio volvió a acomodarse la ropa.
- Te ves muy lindo Hannie — dijo el de pecas quien aún estaba en los brazos del castaño.
- Muchas gracias Lix — colocó una chaqueta de cuero encima de la camiseta blanca, tomó sus llaves para luego salir de su apartamento y cerrarlo — bien — dijo llamando la atención de ambos chicos — ¿Dónde queda?
- Cerca así que podemos ir caminando — el teléfono del castaño sonó avisando que le había llegado un mensaje — es Chan Hyung, dice que ya está allá con Minho y Seungmin — el rubio trago duro y Changbin sonrío.
- No tienes que decepcionar a tus alumnos, así que haz lo que sea necesario para que acepte — dijo a su amigo y comenzó a caminar dejándolo sin palabras.
•••
- Hannie ¿Quieres cantar?— hacia más de diez minutos que habían llegado y él estaba incómodo, la pieza del karaoke no era muy pequeña, pero aún así sentía un calor recorriendo por todo su cuerpo, esto debido a que justo al lado de él se encontraba Minho, muy cerca además.
- Pero, Lixie quería cantar.
- Esta bien — el castaño le pasó el control a Félix — toma hermoso canta para mí — este se sonrojó y levantó para escoger alguna canción, de la otra esquina Minho miraba todo con seriedad y enojo.
- Esta bien, espero que les guste — el peli negro giro su vista a Félix quien ahora se encontraba frente a ellos preparado para cantar.
I just really love you You're the only reason why I really love you When I see you smile I just can't get enough and I can't live without you Baby, I just really love you
- Cantas hermoso — el castaño miro al chico con pecas y lo abrazo.
- Gracias Binnie.
Habría estado enojado de no ser porque el delgado cuerpo del rubio profesor de artes al lado de él temblaba demasiado.
- Hannie — el castaño dio la vuelta mirando al rubio quien se encontraba estático al lado de Minho — te toca — este se encogió aún más e intentó negar pero una mano en su cintura lo sorprendió, el suave tacto hizo que se estremeciera y un viento frío se sintió en su oído seguido de un susurro que lo heló en un instante.
- Me encantaría oírlo cantar profesor Han — la voz ronca de Minho lo estremeció por completo.
- Vamos Hannie — su amigo lo levantó haciendo que pasara encima del peli negro quien lo miraba con atención, el rubio se posicionó frente a todos y tomando el micrófono comenzó a cantar.
Eras mi historia Tus palabras vienen a mi mente sin fin Sólo poder mirarlo Como una foto que quedará grabada en lo profundo de mi corazón Recolectaré todas mis memorias, una por una Y las atesoraré en mi corazón Tu aroma se ha ido con el viento Pero la recordaré para siempre I wish you back
En todo momento estuvo con los ojos cerrados, pero al abrirlos unos ojos rojos lo miraban con deseo y admiración, al instante todo su cuerpo se estremeció y una sensación de miedo y nerviosismo lo invadió.
- Wow Hannie cantas hermoso — el chico con pecas sonrió y este hizo lo mismo.
- G..gracias — bajo la mirada.
•••
- Debo ir al baño — Félix se levantó y salió, seguido de Minho quien solo se levantó sin decir palabra alguna.
- ¡Hey! — su amigo lo movió haciendo que Jisung saliera de su trance — ahora tienes tiempo ve al baño y pregúntale, no le puedes fallar a tus alumnos.
El rubio tragó duro, se disculpó levantándose yendo al baño directamente, antes de entrar se preparó mentalmente para pensar en lo que le diría a su colega de trabajo para que aceptara ser su modelo.
Vamos Jisung, tú puedes.
Se dio ánimo internamente y entró al baño con lentitud, estaba a punto de acercarse a la entrada cuando unas voces que parecían estar discutiendo lo detuvo.
- Lo siento Minho, no se de que me hablas, eso de que soy un Ángel y tu un demonio y que nos han desterrado, no suena muy creíble — se formó un silencio por unos segundos — aparte, estoy seguro de haber nacido en Sidney hace veintidós años.
- Creeme por favor Félix, tu eres el que me ha tenido loco por hace más de tres mil años, somos pareja, tú me amas.
- Creo que te estás confundiendo — se escuchó un ruido seguido de un quejido — ¿Qué haces?
- Escuchame, tal vez no recuerdes nada, o tal vez sí — nuevamente un segundo de silencio — tu sigue jugando a los enamorados con ese tal Changbin, tarde o temprano terminaré enamorándote nuevamente y seremos felices.
El rubio se quedó estático y una sensación de abandono se clavó en su pecho, se formó un silencio sepulcral hasta que una mano tocó su hombro, asustado volteó la vista para ver el rostro sonriente de su amigo.
- Hannie ¿Qué haces aquí?
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