XXXIV

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•Past•

Pt.1~

- ¿Tú otra vez? - preguntó el rojo viendo al peli plateado al otro lado de la habitación.

- Yo otra vez - dijo en tono seductor y sonrió coqutamente - ¿Y tu amigo?

- ¿Por qué siento que me coqueteas? - dijo y avanzó hacia el Ángel - hoy solo soy yo.

- Es mi naturaleza rojo, no te creas importante - dijo este y sonrio nuevamente coqueto - ¿Vienes a llevártelo? - pregunto curioso.

- ¿De verdad no sabes la vida de la niña que cuidas angelito?

- Yo solo sé su nombre, edad y si debe vivir o ya es su hora de morir - se encogió de hombros - el resto solo lo sabe Dios y su Ángel & habló sin darle mucha importancia.

- Pero no es su hora de morir - dijo - aún veo su futuro - subió la mirada para encontrarse con los ojos celestes del angelito.

- Lo sé, por eso estoy aquí, se está aferrando a la vida y yo le ayudo dándole calma y un poco más - dijo calmado - ¿Qué le hizo el padre? preguntó mirando al señor que se encontraba al lado de la camilla tomando la mano de su hija y de paso imploraba a Dios que esta despertara.

- No vengo por él - Jisung lo miró confundido, este sonrío un poco y cambió a una mirada seria - vengo por ella - el peli plateado dio la vuelta observando hacia donde apuntaba Minho.

En el gran ventanal sentada con los brazos cruzados y una expresión irritada se encontraba una mujer, suspiraba enojada debido al sonido irritante de aquel monitor cardíaco.

- Kam Su-Ji, madre de HyeJin, la mujer abusó de su hija desde muy pequeña, la golpeaba, torturaba y vendía a los hombres para que hicieran lo que quisiera con ella, su padre no tenía idea de que Hye-Jin existía ya que había terminado con Su-Ji antes de que se enterara que estaba embarazada, bueno por la misma razón, era una posesiva de mierda y en varias ocasiones la lastimó muy fuerte - Jisung escuchaba atento todo lo que le decía, sin entender como los humanos eran tan malvados y justo ahí se dio cuenta de que los demonios no lo eran, bueno al menos el que tenía en frente.

- ¿Por qué quieres vivir pequeña? - dijo con compasión acariciando la cabeza de la niña, el rojo vio todo y noto como la niña sonrio aún inconsciente al toque del ángel.

- Creo que deberías tocar a su padre también - Jisung lo pensó mirando al hombre que parecía estar medio muerto, sus emociones eran muchas; miedo, rabia, tristeza, amor, entonces tocó la cabeza del hombre, este al instante suspiro calmandose.

- Ya está - dijo y el rojo vio como de apoco la niña iba abriendo los ojos, el padre emocionado corrió en busca de los doctores, no sin antes besar la frente de su hija.

- Hasta que despertaste escuincla - dijo en un tono de odio.

- ¿Puedes hacer que la niña se calme mirandote? - asintió y tomó la mano de la niña para que lo mirara.

- B...bonito - dijo la niña casi en un suspiro y Jisung le sonrió.

- Hola preciosa - la niña ya no pensaba en su madre.

- ¿Con quien carajos hablas niña loca? - habló fastidiada - Dios, como te odio, ojalá hubieras muerto escuincla del demonio, pero te mataré, lo verás - dijo acercándose a la niña peligrosamente, pero la niña seguía ida viendo a la nada.

- Eso bonita mírame a mi - el toque de Jisung era cálido y hacía que la niña se sintiera completa.

- Wow - la voz ronca de Minho sonó como un eco en aquella habitación e hizo que la mujer se estremecíera - ¿Cuánto odio le puede tener una madre a su hija? - la mujer parecía atónita ante lo que estaba frente a sus ojos - ni mi madre me odia y eso que soy el hijo de lucifer - dijo con sarcasmo.

- ¿Quién eres? - alcanzó a decir, los doctores entraron junto con el padre - a...ayuda - dijo pero nadie la escuchó.

- Ni te molestes, no te escuchan.

- Adiós bonita - sonrió una última vez y avanzó hacia Minho - ¿Qué harás con ella? - la mujer aún más atónita observo aquellas dos almas que se encontraban frente a ella, eran completamente opuestos.

- Torturarla - levantó los hombros.

- ¿Puedo ver? - dijo curioso y Minho lo miró incrédulo.

- ¿Seguro? - asintió - bien, pero debes abrazarme, no puedes soltarme por nada ¿Está bien? - nuevamente asintió y se acercó al peli negro abrazándolo mientras que Minho pasó su mano por la pequeña cintura de Jisung sintiendose extrañamente nervioso y bien.

- ¿Qué me harán? - preguntó con miedo.

Minho no dijo nada solo chasqueo los dedos, de inmediato el ambiente cambió y unos gritos aterradores comenzaron a escucharse.

- ¿Hye-Jin? - el rojo negó.

"Su-Ji maldita perra "

Jisung se asustó y pegó más su cuerpo al rojo, Minho solo lo miró abrazandolo con ternura, algo que jamás en su vida había hecho.

- Tranquilo angelito, solo son recuerdos - sonrió al notar como temblaba.

- ¡BASTA BASTA BASTA! - ese recuerdo la había golpeado por mucho - Mierda.

- Debió ser muy duro - dijo con sarcasmo Minho y abrazo aún más a Jisung quien escondía su rostro en su ancho pecho - aunque creo que tu fuiste más lejos con tu hija - la voz ronca del demonio hizo que sintiera más miedo - este será tu castigo, ese recuerdo se reproducirá en tu mente cada hora por una semana, luego irás al infierno y mi padre se encargará de ti - sentenció y chasqueo los dedos para hacer desaparecer a la mujer, suspiró y vió al angelito que estaba con él.

Las manos de Jisung aún apretaban su camisa con miedo.

- Jisung - el nombrado rápidamente levantó la mirada - ya pasó, tranquilo - tomó su mejilla con ternura sin estar completamente consciente de lo que estaba haciendo, pero sabía que necesitaba al menos saber cómo era su tacto.

- Creo - no dijo nada más, ya que aquellos ojos rojos lo miraron intensamente queriendo deborarlo - que no eres malo.

- ¿Eso crees? - dijo con voz suave aún hipnotizado por el suave tacto de la piel - ¿No me tienes miedo? - negó y de a poco se acercó sintiendo su respiración.

¡JISUNG!

❤️

Who are you? - Minsung // Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora