Han Jisung es un profesor de Artes con una vida perfecta y Lee Minho un demonio desesperado en busca de su alma gemela.
¿Que pasará cuando al fin la encuentre?
- Los angeles y demonios tienen prohibido enamorarse.
...
A Minho jamás le había importado alguien, de hecho ver llorar y sufrir a las personas, sean malas o buenas, era completamente satisfactorio para él, pero esos ojos mieles que solo reflejaban angustia y tristeza hicieron que algo en su interior doliera.
- No lo haré Jisung - tomó la mano del rubio apretandola con suavidad haciendo que este se calmara.
- Hannie amor - sin avisar la madre del rubio entró, rápidamente para ocultar el hecho de que el profesor estaba llorando Minho lo abrazó, dejando que se vea sólo un poco de su rostro - perdónenme que imprudente, hijo esta comenzando a llegar la gente.
-Ya vamos señora Han, lo siento, pero me gusta estar así con mi Jisung, me reconforta - la mujer soltó un suspiro de ternura y asintió dejandolos solos - te llevaré al baño - él chico asintió y guió al peli negro al baño de la planta de arriba.
•••
La hora iba pasando y la casa poco a poco se llenó de gente, había demasiada, Jisung como hijo del anfitrión tuvo que saludar a muchas personas las cuales después de hacerlo no podían quitarle la vista al chico, así paso la noche, aunque jamás se separó de Minho.
- No me dijiste que tu hijo era hermoso Seok - miró al chico el cual ahora se encontraba abrazado con Minho - no párese de este mundo - el hombre no habló debido a que estaba muy furioso por la escena que veía, Jisung tenía sus manos en la nuca de aquel mocoso y éste con sus manos en la cintura de su hijo mientras lo apretaba y miraba con ternura, Jisung solo sonreía sonrojado, en ningún momento desviaron la mirada, bailaban los dos en su mundo.
Su enojo comenzó a ser más fuerte cuando el mocoso peli negro se acercó a la mejilla de Jisung y lo besó, nadie podía tocar a su hijo, solo él, él era el dueño de ese hermoso cuerpo.
- Discúlpame Park - dijo el viejo -debo hacer algo - se retiró yendo a la entrada.
Por otro lado Minho y Jisung se mantenían concentrados en todos los pasos de Ji Seok.
- ¿De verdad quieres saber quién soy realmente? - el rubio asintió seguro - bien angelito, tu padre fue a la entrada cuando vuelva asegúrate de que te vea y te vas a la segunda planta a tu habitación, te va a seguir - Jisung cambio su semblante a uno preocupado - tranquilo no puede hacerte nada, debido al vínculo, yo sé lo que te hace y puedo hacer que se queme, a parte que cuando sienta que estés en peligro iré, tienes que resistir y confia en mi, no dejaré que te haga daño - el rubio asintió y Minho tomo una de sus mejillas - solo no te asustes cuando sepas quien soy.
Lee se separó de Jisung dejandolo solo, este suspiró esperando a que Ji Seok aparezca y así lo hizo, el viejo miró a su hijo el cual se encontraba solo y lentamente camino hacia él, Jisung hizo como que no lo vio y subió tranquilamente hasta su cuarto, una vez ahí inhalo profundo y comenzó a ver toda su habitación, estaba completamente intacta y limpia después de tantos años.
- Tu madre la manda limpiar cada cierto tiempo - habló el viejo entrando al lugar y cerrando la puerta a sus espaldas, Jisung tenía ganas de gritar.
- ¿Qué haces aquí? - dijo indiferente.
- Me molesta que ese mocoso te toque -se acercó al rubio tocando su cintura, pegandolo a su cuerpo - tu eres mío ¿Lo olvidaste? todo tu cuerpo me pertenece - se apegó más a Jisung mientras esté cerraba sus ojos con fuerza apunto de llorar.
- Por favor su....suelta...me...
- Oh no bebé, recién estoy comenzando contigo - aspiró el aroma del cuello de Jisung disfrutando como su hijo temblaba en sus manos, si sabía que era malo lo que hacía, pero desde que conoció a Jisung de pequeño algo lo atrapo - no te molestes, nadie vendrá y tu novio estará muerto antes de que termine aquí - besó el cuello de Jisung pasando su lengua dejando un rastro de saliva, el rubio comenzó a llorar, estaba a punto de empujarlo cuando recordó lo que le dijo Minho.
"Tienes que resistir y confía en mí"
La mano del viejo se deslizó por debajo de la camisa tocando la piel lechosa del rubio, Jisung ya no tenía fuerzas, solo quería que esa tortura terminara lo más pronto posible, el viejo veía la cara de miedo en el chico y eso le incitaba a seguir con las obscenas caricias.
- Ya... no... - sollozó Jisung
- Recién comienzo hermoso - nuevamente paso su lengua por el pálido cuello del rubio - esto será divertido.
- Claro que lo será - se escuchó una voz a lo lejos y de la oscuridad unos ojos rojos más unos amarillos se divisaban, el hombre se asustó y soltó a Jisung tan fuerte que sonó el golpe que se dio contra el piso - te dije que no te haría daño - el rubio levantó la cabeza viendo aún esos ojos rojos los cuales ahora se encontraban muy cerca.
- ¿Mi...Minho?
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