Han Jisung es un profesor de Artes con una vida perfecta y Lee Minho un demonio desesperado en busca de su alma gemela.
¿Que pasará cuando al fin la encuentre?
- Los angeles y demonios tienen prohibido enamorarse.
...
La confusión lo inundó, se suponía que su destinado era un ángel y no un demonio, eso es lo que recordaba, Félix era un hermoso ángel del cual él se enamoró, pero este es un demonio, los ojos y el aura lo comprobaban.
- Se lo que piensas Minho y no, jamás fui un ángel - habló de pronto el de pecas.
- Creo que debo dejarlos solos - el más alto desapareció dejando a los dos demonios en un silencio completamente incómodo.
- Sabes entonces ¿Quién es él de mis recuerdos? - habló intentando calmarse.
- Solo recuerdo que estuve contigo en algún momento, pero nada más - dijo intentando contener su miedo - yo también necesito respuestas y creí que al entrar en los recuerdos de Jisung los encontraría.
- ¿Eras tú el que estaba ese día en la habitación de Jisung? - asintió.
- Jisung no es como los demás, ya lo sabemos y bueno como es o era un ángel tiene recuerdos los cuales no sabe que tiene, pero que tendrían una respuesta.
- ¿Entonces? - se acomodó en su asiento.
- Debo entrar en lo más profundo de sus recuerdos y eso solo lo puedo hacer cuando esté en su forma angélical.
- ¿Su forma angélical? - preguntó.
- Crei que la conocías, al igual que nosotros ellos también tienen transformaciones y cada uno con diferentes colores, aunque todos son colores preciosos casi deslumbrantes, y Jisung al ser el único ángel de la lujuria su color debe ser uno realmente hermoso parecido al...
- Celeste - habló interrumpiendo al chico recordando las veces en las cuales Jisung había mostrado esa forma.
- ¿La has visto entonces? - asintió - genial entonces solo debes hablar con él para que acepte y yo pueda meterme en su mente.
- Pero...
- ¿Qué sucede? - vio como en las mejillas de Minho se notaban un leve sonrojo.
- Hasta el momento solo aparece cuando - tapo su boca imaginando la situación reprimiendo un gemido que salió casi involuntario, era increíble el poder que tenía aquel rubio sobre él - solo aparece cuando nos besamos o estamos en situaciones demasiado calientes - explicó.
- Oh, ya veo - quedo en silencio por un segundo - ¿Habrá otra manera de hacer que esté en su forma angelical? - Minho suspiró y se dio un golpe mental, no podía creer que haría lo que nunca pensó.
- Seungmin - lo llamó y el amarillo apareció automáticamente a su lado - amigo, no es fácil lo que te voy a pedir - el más alto lo miro y noto la desesperación en sus ojos.
- Dime - dijo sin más.
- ¿Podrías traer a Hyunjin? - habló sabiendo el peligro que corría su amigo.
- Minho, sabes que no...
- Lo sé, no es fácil entrar al cielo, pero él es el único que puede ayudarnos, aparte que nos debe un favor - la desesperación en los ojos de Minho era notoria y Seungmin no pudo soportar verlo así.
- Esta bien - aceptó rendido - pero debés darme un tiempo, unos cuatro o cinco días máximo - el peli negro asintió.
- Esperen, ¿Hyunjin? - habló el de ojos verdes.
- El era un demonio, pero desafió a mi padre haciendo cosas buenas y este lo envió con el viejo, lo dejaron como ángel, éramos buenos amigos, aveces hablábamos cuando tenía rondas en este mundo - explicó Minho.
- ¿Saben que pueden entrar al cielo sin esfuerzo cierto?- ambos miraron al de pecas - son demonios tienen poderes, pueden transformarse en lo que quieran y si no, pueden enviar a un mortal, luego le borran la memoria y ya.
- No lo había pensado - dijo el más alto.
- Podria funcionar - ambos asintieron - debo hablar con Jisung para ver si acepta y bueno esperemos que Hyunjin también lo haga.
•••
- ¿Y Félix? - habló el rubio, mientras terminaba los últimos detalles del rostro de la escultura.
- Dijo que tenía que hacer algo, pero que después nos veremos - el castaño se notaba algo extraño y eso lo noto el rubio.
- Binnie ¿Pasa algo? - preguntó con preocupación, jamás había visto a su amigo así.
- Nada mi Quokka tranquilo - dijo en un tono tranquilo - te está quedando espectacular todo cielo - dijo y se acercó para abrazarlo por detrás.
- Binnie eso me lo dijiste cuando llegaste - dijo el rubio ya más preocupado - dime ¿Qué es lo que pasa?
- No me creerás Hannie - habló rendido, Jisung secó sus manos y tomó el rostro de su amigo mirándolo a los ojos.
- Te creeré sea lo que sea, así que puedes decirme ¿Qué te atormenta tanto? - tomó la mano de su amigo y lo guió hasta la cocina para prepararle un té así se relajaría.
- Félix - comenzó mientras miraba fijamente la taza que tenía en sus manos - es un demonio verde que dice que yo soy su destinado y que si me quiero quedar para siempre con él tenemos que sellar un vínculo para que asi sea suyo -lo dijo lo más rápido posible.
- ¿Un demonio verde?
- Sabia que no me creerías - dijo rendido.
- No, te creo - miro a su amigo nervioso y mostró un pequeño tatuaje de un corazón en su mano izquierda - yo tengo un vínculo con un demonio.
- Espera, ¿Lo hizo contigo?
- ¿Qué? - pregunto confundido - no, solo es algo temporal pronto terminará - lo dijo como pudo, ya que con solo pensarlo dolía - entonces tienes que hacerlo con Félix si no, ¿Él morirá?
- El no me dijo algo de morir - habló confundido el castaño.
- Se supone que los demonios que están en el mundo mortal deben encontrar a su destinado, si no morirá - hablo el rubio viendo como el castaño se ponía blanco del pánico.
- ¿Entonces es mi deber salvarlo?
- Si eres su destinado y te lo dijo, sí - dijo seguro - aunque no sabemos cómo corroborar eso.
- ¿Tienes alguna idea? - dijo el castaño.
- Ya sé, puede que Seungmin sepa - hablo el rubio.
- ¿Por qué él? - habló el castaño curioso, pero el peli rubio no dijo nada, solo tomó su celular y tecleo rápidamente, Changbin quien miraba a su amigo no sabía que estaba pasando - ¿Ha.. Hannie? - un ruido y un golpe seco lo asustó y nervioso miro detrás de él donde se había escuchado aquel sonido, ahí estaba el amigo de Lee y Jisung.
- ¿Qué pasa Jisung? - dijo en tono ronco.
- ¿Tú puedes decirle a Binnie quien es su destinado por favor? - dijo el rubio haciendo un puchero, sintiéndose raro el más alto aceptó y miro al castaño a los ojos, ahí vio a Félix el cual estaba sonriendo mientras cocinaba.
- ¿Hamburgezas? - el castaño sonrió mientras se sonrojaba.
- Son mis favoritas.
- Es Félix - habló cortando el contacto visual - él es tu destinado.
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