▸ La invitación.

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Katia Carvajal
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Hoy había vuelto al trabajo, mi labor era hacer los postres necesarios para el día de hoy en la repostería

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Hoy había vuelto al trabajo, mi labor era hacer los postres necesarios para el día de hoy en la repostería. Siempre nos gustaba tener el mostrador con una cantidad buena de muestras en cada estante, aunque más que nada nosotros nos manejabamos por pedidos.

Mañana empezaban las fiestas decembrinas, a mi no me gustaba mucho cuando se trataba de Navidad o año nuevo. Mi familia no es para nada unida, mis celebraciones casi siempre es con mis tios y mi primo Paulo, algunas veces con "mi novio" y su familia.

El punto de esto es que como son posadas y hoy mucho frío en la ciudad, piden muchos pasteles o hasta bebidas que ayuden con el frío para sus posadas. Es por eso que el día estuvo muy movido hasta apenas hace cinco minutos, era mi hora de comida.

Me quité el exceso de harina de mis jeans, pues traía un mandil pero la harina casi siempre se expande por todos lados. Me puse una sudadera y me senté en una mesa de afuera después de calentar mi comida, siempre me preparaba yo misma lo que comería este día y simplemente tenía que calentarlo una vez más en el microondas.

Mientras comía tenía muchas notificaciones de  felicitaciones por el buen servicio y por lo rico que estaban los pasteles o lo que pidieron aquí. Por si no fuera poco también estába encargada de subir las fotografías a las redes sociales, en definitiva necesitaba a alguién que me echara la mano de vez en cuando.

Cuando levanté mi vista, me encontré con Valeria y Oscar caminando hacia aquí. Ellos me sonrieron, acto que correspondi de inmediato.

— A ti estábamos buscando — dice Valeria mientras se sienta en mi mesa, Oscar la imita.

—¿ que pasa? — pregunto.

— Bueno, ya sabes que la otra semana es Navidad — comienza hablando Oscar — ¿ que harás ese día? — me encojo de hombros.

— No lo sé aún, saben que casi siempre hago todo de último minuto — les cuento, Vale sonríe.

— Por eso estámos aquí, queríamos invitarte a pasar unos días con nosotros y de paso la Navidad — dice ella.

— Mamá tuvo la idea de que fuera así, de hecho nos dejó invitar a nuestros amigos y Valeria inmediatamente pensó en ti— sigue Oscar.

— Les agradezco mucho su invitación, pero no sé si sea buena idea.

— Anda Kat, nada te quita ir con nosotros— sé queja Valeria tomando mi mano y jugando con mis dedos. —¿ o es que vas con tu noviecito?

— No, no voy con el. Es más, ni siquiera lo he visto en estos días — bufo.

— Entonces acepta, vas a ver que te la pasas bomba por que ni siquiera es aqui, es de donde nosotros somos— dice Oscar.

— Colima — digo y ellos asienten.

El hermano de mi roomie• Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora