" Kevin es un idiota, todo lo hace para molestarme "
Una historia donde Katia suele llevar su vida de lo más normal después de la muerte de su madre, alejada de los problemas con su padre y su familia . Katia parece tener una vida como ella quiere...
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Terminé de tomar el café que mi mamá me había servido, hoy había sido su cumpleaños y preferí venir a verla cuando Oscar no estaba. No quería encontrarme con el y terminar peleando como siempre, por eso Valeria me avisó que no estaba y vine a ver a mamá.
Estaba bien con verla, parecía cansada y agitada pero dijo que era por el día lleno de emociones que había tenido. Algo no me tenía tranquilo, Katia me había dejado en visto y eso era raro en ella. Le envié más mensajes los cuales no fueron leídos aún, eran casi las once de la noche, seguramente ya se había dormido y por eso no atendía.
— Kevin — mi mamá me nombró en voz alta — ¿Que tienes?, ni siquiera estás poniendo atención a lo que te digo — me reprochó.
— Nada, es solo que... Tengo un mal presentimiento — dije y ella fruncio el ceño.
— ¿Mal presentimiento sobre que o quien? — preguntó dudosa
—Katia, no atiende mis mensajes y es muy extraño.
— Pensé que ya se te había quitado el capricho con esa muchacha — murmuro bajo
— Ya ves que no es un capricho, en verdad la quiero — dije firme.
— Hijo, tu no sabes lo que es amar. Las novias que han tenido no te han durado nada
— Por que no sentía lo mismo que siento ahora por Kat mamá, no creo que sea muy difícil entender que siento algo diferente.
— No, no es muy difícil pero tampoco muy fácil. Yo siento que esa muchacha no es para ti Kevin, además es mayor que tu — rode los ojos
— Dos años no son nada ma, los tiempos cambiaron y no tiene nada de malo que me lleve un par de años.
— Pero.. — la interrumpí
— No mamá, pero nada, yo se lo que siento y punto. Nada ni nadie va a entender lo que siento más que yo, así como tu sientes algo por tu esposo yo lo siento por ella, nadie más que tu sabe lo que el te genera en sentimientos ¿Cierto? — asintió— Entonces nadie más que yo sabe lo que Katia me genera, lo que me provoca, por favor entiendelo.
Mi mamá abrió la boca para responder, sin embargo se quedó callada por qué la puerta principal fue cerrada de un portazo. Frunci el ceño pero luego entendí todo, Óscar había llegado y se veía furioso.
— ¿Que haces aquí?— preguntó molesto
— Vino a verme, es mi hijo Oscar — respondió mi mamá
