" Kevin es un idiota, todo lo hace para molestarme "
Una historia donde Katia suele llevar su vida de lo más normal después de la muerte de su madre, alejada de los problemas con su padre y su familia . Katia parece tener una vida como ella quiere...
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Había algo que no había pensado del todo al aceptar venir con Kevin y eso era, el hecho de que me tendría que ver con ropa interior. No es que yo tenga un cuerpo que me encante, tengo gorditos o lonjas por los costados, en el bajo vientre también tengo un poco de panza. ¿ es prudente que Kevin me vea así?, absolutamente no.
No estoy preparada para recibir alguna critica sobre mi cuerpo, una mala mirada o algo que se le parezca. Sé que no conozco muy bien a Kevin, es poco a poco como lo he ido viendo que he descubierto cosas de el. Dice estar interesado en mi pero yo tengo mis dudas, no sólo por lo que ya he dejado mostrar, si no por mi cuerpo.
He visto las chicas con las que ha salido, Maura y Nailea, vaya que ambas tienen un cuerpazo de impacto. No hace falta decir que eso me dejó la idea de que Kevin, tiene estándares altos en cuanto a una chica y su apariencia. Ellas tan femeninas, con un buen cuerpo y con un porte intimidante ante una mujer como yo.
— ¿ Piensas ir algún día o vas a quedarte aquí para siempre?
La pregunta de Kevin me hizo recordar que estába parada al lado de una palmera, escuchando mis pensamientos y debatiéndome en ir con ropa interior o bikini, como quieran llamarle que al final básicamente es lo mismo.
— Si, es solo que no me apetece quitarme el short y la blusa— señale lo que llevaba puesto, un short de mezclilla y una blusa de tirantes.
—¿ Por qué?, no hay nadie que vaya a decirte nada. Sabes que esta área de la playa es privada por que pertenece a la casa en la que estámos, además yo jamás te faltaría al respeto. — eleve una ceja — bueno, la vez pasada fue por el momento, los dos queríamos y eso, pero si me hubieras dicho que no por supuesto que iba a respetar que no querias.
— No hablaré de eso ahora, pero, de verdad no quiero entrar en bikini.
— Ya se, seguramente no quieres quemarte de sol ¿ verdad?
— No Kevin, no es eso.
— Entonces no seas tímida, te prometo por mi madre que no diré ni haré nada
Podía ignorarlo y hacer lo que me plazca, pero también podría hacerle caso y dejar un poco mis miedos. Finalmente si el dice algo, le daré un buen golpe y lo dejaré, me iré de aquí.
Accedí a quitarme la blusa ante su atenta mirada, por supuesto que me ponía nerviosa tenerlo así. Después quité el short y lo dejé al pie de la palmera.
— Listo — dije, ni siquiera lo observé, caminé.
Quería entrar al agua y quitarme esos malos pensamientos de la cabeza, además de que las olas podrían tapar un poco mi cuerpo.
