▸ Charla con Kevin.

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Katia Carvajal ;

Hoy habíamos llegado a colima, por fin tenía mis vacaciones que tanto necesitaba

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Hoy habíamos llegado a colima, por fin tenía mis vacaciones que tanto necesitaba. Amaba con mi vida la repostería, pero definitivamente necesitaba un descanso y que mejor que en un lugar nuevo por conocer.

Habíamos llegado hoy en la tarde como a las tres, nos hablaron por la mañana diciendo que el vuelo iba a adelantarse por cuestiones climáticas. No tuvimos de otra y fuimos de inmediato al aeropuerto, por suerte había empacado una noche antes.

El frío aquí en Colima aveces era intenso y otras veces calmado, eso según Valeria. Hoy había un poco de frio así que estábamos con abrigo, me sorprendió ver a un amigo más de Felipe aquí.

Por lo que Oscar dijo, su mamá les permitió invitar a un amigo cada quien. Óscar y Valeria me invitaron a mi, Felipe a un amigo suyo llamado Rodrigo y Kevin... El no trajo a nadie.

De hecho mientras todos estaban extasiados hablando sobre la cena de mañana, el había salido afuera. Por la puerta de la cocina lo ví, como esta era de vidrio podía ver hacia afuera.

Se sentó debajo de un árbol con sus manos en los bolsillos y viendo hacia la nada, lo admito, me debati entre ir o no ir tras el.

Miré a todos, Valeria y la señora Norma hablaban de lo increíble que sería mañana. Óscar, Felipe, Rodrigo y el señor Alberto jugaban naipes en el comedor.

Nadie estaba prestando atención a Kevin y menos a mi, así que también salí siendo cuidadosa.

El viento me recibió, había un poco de viento que hacia el clima aún más frío. No se como Kevin prefiere estar ahí afuera con este clima, pero tal vez solo sea que quiere pensar.

Es como si hubiera sentido mi mirada, levanta la suya y nuestros ojos conectas. Le doy una leve sonrisa que el corresponde, me siento a su lado.

— Mira nada más a quien tenemos aquí — murmura con voz ronca, volteo a verlo.

— No te confundas, aún te quiero lejos, pero todos están en su mundo y quise venir a ver cual era el tuyo.

— Te gusta el chisme he

— ¿ y a quien no? — su risa resuena entre el viento y el ruido de los árboles que hay aquí.

Nos quedamos en silencio y aunque suene raro y quizá hasta un poco cliché, no es incómodo.

No se que decirle, de que hablarle. El es algo raro, por lo poco que lo he conocido puedo decir que es bueno, pero que también tiene sus arranques de ira que me hace sentir confundida.

Cuando lo conocí fue un grosero total, pero después se calmó o más bien yo entendí que su personalidad era así y que no era un grosero. También puede ser que el no quiera hablar conmigo, así que mejor me guardo mis comentarios y sigo viendo el césped frente a mi.

El hermano de mi roomie• Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora