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Katia Carvajal ;

Al fin habíamos llegado a la ciudad, era bueno el hecho de que trabajaba hasta enero

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Al fin habíamos llegado a la ciudad, era bueno el hecho de que trabajaba hasta enero. Hoy estaba en casa a medio arreglar, pues no tenía idea de si quería salir o quedarme en casa haciendo literalmente nada.

El timbre sonó haciéndome poner de pie de mi lugar favorito, el sofá que está frente al televisor.

Abrí encontrándome con Kevin. Algo se removió en mi, después de aquella fiesta no habíamos cruzado palabras. El siguiente día fuimos un rato a pasear por las calles de Colima y al siguiente día regresamos a la ciudad.

— Hola— logra decir después de segundos en los que ambos habíamos estado callados.

— Hola, Valeria no está pero si quieres la puedes esperar.

Dejé la puerta abierta y me adentre al lugar donde anteriormente estaba, no esperé respuesta y no se si quiera escucharla.

Pero llegó.

— No vine por ella, vine a otra cosa.

Sin invitación, Kevin se sentó frente a mi. Me quedé observando que era lo que buscaba, así que tomó eso como señal de que podía proseguir.

— Quiero que me acompañes a un lugar — lo mire confundida.

— ¿ a donde podría acompañarte yo? — cuestione.

— Solo hazlo, sin preguntas — solté una risa irónica.

— ¿ por que confiaría en ti?, apenas te conozco Kevin. Además me has dejado claro que eres una caja de sorpresas, nunca se sabe cuando estás bien o cuando tratarás como mierda a las personas.

A pesar de que no quería escucharme mal con el tono en el que hablé, este salió como si fuera un reproche. Kevin curvo las esquinas de sus labios una pequeña sonrisa, moviendo su cabeza en modo de negación.

— Te prometo por mi mamá que no te haré nada malo, solo quiero que me acompañes y después tu saques tus propias conclusiones. Tu sabrás como llevar las cosas, yo solo quiero quitarme un peso de encima.

Todas sus palabras me dejaban confundida, ¿ que interés podíamos tener en común?

Lo ideal sería no acceder y pedirle que se retire de mi casa, sin embargo la curiosidad mató al gato ¿ no?.

Me intrigaba saber que era lo que Kevin quería mostrarme, por que pedía mi compañera y también me mataba el hecho de que sonaba sincero.

— Bien, pero dame un segundo me arreglo un poco

El asintió y yo fuí a mi habitación, donde solamente me peine un poco y me puse los anteojos.

— Bien, vamos.

El hermano de mi roomie• Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora