Cap 33

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El día paso lento y Milo se tensaba cada vez más cuando el cosmos de Shura se apagaba, hasta el punto en que de repente todo de este se desvaneció por completo. Esperaba que el patriarca dijera algo al respecto, incluso pensó en bajar a la casa de Tauro para poder hablar con Aldebarán y saber un poco más de lo que había ocurrido, pero decidió en simplemente quedarse ahí.

Se sentó en el suelo y espero inevitablemente que el cosmos de Camus se encendiera, y en efecto al cabo de unos minutos inicio la batalla entre Hyoga y Camus. De nuevo le sorprendió que Hyoga todavía pudiera resistir aquello.

Aunque sonaba cruel, quería que Camus ganará sin importar que Hyoga muriera, y si no, el tendría que entrometerse.

La gran explosión de cosmos era tan intensa que Milo comenzaba a dar vueltas al rededor de la casa de escorpio.
Su corazón comenzaba a agitarse y un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió una gran decaída en el cosmos de Camus, estaba convencido, no había nadie que pudiera detenerlo de meterse en la casa de acuario e interferir pero, sus piernas se detuvieron y sus ojos se abrieron como platos; su corazón se agitó una última vez antes de caer de rodillas. No había ningún rastro del cosmos de Camus, pero tampoco del de Hyoga. No tenía idea de lo que había pasado pero estaba esperando que fuera lo peor que había imaginado.

Se quedó en el suelo, su mirada estaba perdida y su respiración estaba tan alterada que le costaba respirar. Decidió tomar valor para bajar a dónde estaban todos sus demás compañeros, o al menos los que quedaban con vida.

Apenas podía sostenerse en sus piernas y estaba en un estado impresionante de shock, nunca había pasado por algo parecido.
Para su sorpresa todos estaban rodeando a una jovencita, suponía a primwra vista que esa era la chica de la cual hablaba el patriarca; en cuanto sintió su cosmos no tuvo ninguna duda en que ella era Athena y sin revelar ni un poco de su estado emocional, dió un paso adelante con el semblante más firme posible, se arrodilló y se presentó en frente de ella.

- Soy Milo, el caballero de escorpio.

Consecutivamente los demás hicieron lo mismo que él; debía aceptar que era muy impresionante tener a la verdadera Athena frente a él, pero por dentro estaba inundado de preocupación y no sabía que hacer.

Todos se levantaron y Athena comenzó a hablar, pero por alguna razón el no escucho con claridad, sentía un dolor en el estómago, un efecto del nudo que se le había hecho en la garganta; todos comenzaron a avanzar hacía las doce casas y el solo comenzó a seguirlos.
El gran cosmos del patriarca se mantenía fuerte y le recordaba al del caballero de géminis. Podría decir que era una de sus teorías, Saga desapareció a días cerca de la asignación al nuevo patriarca y la huida de Aioros.

Cruzaron las doce casas y su corazón se aceleraba cada vez que terminaban de pasar por cada una. Primero encontraron a uno de los jóvenes en la casa de virgo, pero no había ningún rastro de Shaka; enseguida uno de sus compañeros lo tomo en brazos y por lo que percibía Milo, no estaban muertos, solo inconscientes.

Prosiguieron con el camino y de ahí no encontraron a nadie más, ni siquiera deathmask estaba. En la casa de sagitario tampoco había nada, pero Milo juraba haber visto algo, aunque no le dió la suficiente atención.
Cuando llegaron a la casa de capricornio, Milo tragó saliva, estaban tan cerca y su miedo crecía más y más.

Uno de los chicos con los que había peleado anteriormente estaba inconsciente con la armadura de capricornio, pero no había ningún rastro de Shura. Al igual que antes, levantaron al chico en brazos y retomaron el camino.
Athena parecía estar en un estado similar al de él, tal vez estaba algo impactada por ello, pero creyó que no era el mejor momento para preguntar.

La casa de acuario estaba frente a ellos y Milo titubeó antes de entrar, su corazón y respiración estaban coordinados para hacerlo perder la calma hasta tal punto que sentía que iba a desmayarse.
Tomo una vez más valor y entro a la casa de acuario, no se había dado cuenta que era el último en entrar.
Miró a su alrededor y vio a Hyoga yaciendo en el suelo, se acercó para ser él, el que iba a levantarlo, pero también quería saber si estaba vivo pero al acercarse, lo vio a él.

Miró a su alrededor y vio a Hyoga yaciendo en el suelo, se acercó para ser él, el que iba a levantarlo, pero también quería saber si estaba vivo pero al acercarse, lo vio a él

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