Cap 21

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Ya habían pasado casi 4 años desde que Camus se había ido a Siberia, y en este día el volvería de nuevo al santuario a cumplir la misión de proteger la casa de acuario.

Todos los caballeros dorados se encontraban en la entrada esperando la llegada de Camus, quien no tardaría en hacerlo.

Por fin de un rato esperando, el cruzo las puertas del santuario y entro, todos sus compañeros caballeros lo recibieron alegremente.
Todos le saludaban y le daban la bienvenida mientras que el les devolvía los saludos pero se limitaba a sonreír y dejar de lado su objetivo principal, el llegar a la casa de acuario.

Camus miraba a todos, pero en no logro ver a un solo caballero dorado, que posiblemente era el que más importancia le tenía.

El llegó a la casa de acuario, y dejo sus cosas, y se dispuso a hacer su labor de caballero dorado.

Paso el tiempo, y empezó a anochecer, Camus seguía vigilando, cuando de repente escuchó una voz que mencionaba su nombre por atrás de él. Camus volteó y logro ver quién era

— ¿¡Milo!?

— hola Camus, tanto tiempo

— cinco años no es mucho

— depende la persona que los viva, ¿Cómo. . . Estás?

— bien, supongo ¿Porque no estabas cuando llegue en vez de irrumpir aquí?

— quería darle la bienvenida a mi amigo individualmente

— ¿Amigo? Tu y yo no somos amigos, o a menos que yo lo recuerde

— ¡¿Qué?! - dijo Milo un poco molesto - ¿Pensé que habíamos quedado en . . . eso?

— tu lo hiciste, yo no, no me importa lo que hagas o digas, tu no eres mi amigo

— esto es. . . ¿Venganza?

— ¿Qué?

— esto es algún tipo de venganza por lo que pasó hace 5 años, cuando yo. . .  

— ¡¡ni siquiera lo menciones!!, No es ninguna venganza, además déjame agregar que si hubieras Sido mi "amigo" hubieras ido ese día, en el que me marché a Siberia pero no, y en ese momento entendí que ni tú ni yo dijimos o aclaramos que somos amigos

Milo no pudo mencionar lo que quería, su tiempo para hablar se terminó y Camus hablo.

— cállate y lárgate de aquí antes de yo te eche de aquí a la fuerza
Camus le dió la espalda y se dirigió al lado opuesto de dónde estaba Milo.

Milo en cambio estaba a punto de irse, pero no pudo soportar el enojo.

— ¡Así estoy mejor! No necesito amigos como tú, que son unos idiotas , creo que. . .

— me da igual

Termino diciendo fríamente, interrumpiendo a Milo.
Camus siguió dándole la espalda, mientras que Milo se marchaba rápidamente de ahí,
callado y serio.

Camus decidió dejarlo ir, y solo olvidar el pasado, Milo haría lo mismo y no se preocuparía más, ya no sentiría nada por el, esos sentimientos se fueron.

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A la mañana siguiente Camus salió de la casa de acuario, se puso su armadura y le dió una vuelta al santuario.

Justamente al caminar algunos metros de encontró con Mu

— hola Mu -

le saludo camus con la expresión sería que casi siempre se carga

Ayúdame camus. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora