Capitulo 3.

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Solo un par de horas habían transcurrido desde que el quirófano se llenó de la sangre de Ghost y ahora este descansaba en un pequeño cubículo cubierto por las cortinas.

Price y Soap se retiraron tan pronto supieron que todo salió bien, por lo que el capitán pidió ser avisado tan pronto el teniente recuperara la consciencia.

La doctora a cargo se había instalado en un pequeño rincón del lugar, haciendo de una pequeña mesa en el suelo su nuevo escritorio.

A pesar de la insistencia de muchos, ella se negaba a separarse de Ghost con la excusa de que le prometió que solo ella estaría cerca cuando se encontrara así de vulnerable.

Tras unas cuantas horas más, por fin decidió despegarse del suelo para estirarse y caminar por el pequeño cubículo un momento antes de retomar los reportes médicos.

Un leve movimiento en la camilla llamó su atención, por lo que se acercó rápidamente mientras revisaba los signos vitales del hombre descansando.

Este comenzó a abrir los ojos lentamente, acostumbrándose a la luz sobre sí mismo. Paseó la mirada por sus alrededores, escaneando absolutamente todo, hasta que se topó con otros ojos y una gran sonrisa.

-Bienvenido devuelta, Ghost.

Él decidió mirarla un momento antes de sentarse y ajustarse en la camilla, resultando en un dolor espontáneo en sus heridas más graves. Con ayuda de la mujer, se acomodó sin reventar ninguna de las puntadas, por lo que ahora la miraba fijamente.

En un intento de hablar, su voz salió a duras penas, tenía la garganta seca y el labio partido. Cameron captó de inmediato lo que necesitaba su contrario, por lo que sirvió agua en un vaso de plástico y se lo dio con cuidado, desviando la mirada al suelo cuando el teniente levantó su máscara hasta la nariz.

Sin saber si ya podía mirar, simplemente se quedó con la mirada abajo.

-¿Por qué no me miras?

La pregunta había sido simple y silenciosa, casi como si no fuera dirigida hacia ella. Levantó la mirada rápidamente y lo miró fijamente a los ojos hasta que palabras salieron de su propia boca.

-¿Qué?

Nuevamente, el silencio se formó entre ambos. Ni siquiera era incómodo, solo... Tenso.

-Nada. Dime qué sucedió conmigo antes de despertar y cuánto tiempo estaré aquí.

-No, no. Espera. -la mujer agitó las manos, tratando de disminuir la velocidad de la situación. -No te miro porque no quiera, lo hago por respeto a ti... Me imagino que no te encantan las miradas de la gente.

El teniente definitivamente se arrepentía de haber formulado aquella pregunta, se había lanzado a sí mismo a una conversación de las que más odiaba, pero al mismo tiempo no se podía llevar a sí mismo a detenerla.

-No es como que no hayas visto mi rostro antes. Esta ni siquiera es la balaclava sucia y usada que estaba usando antes de llegar aquí.

-Era demasiado antihigiénico mantener esa prenda alrededor, y para mantener tu respiración estable la levanté. Lamento haber visto tu cara en múltiples ocasiones.

-No buscaba tus disculpas.

-En ese caso, ¿Puedo verte?

Ghost parecía sorprendido por la pregunta, pero estaba convencido de haber cavado ese hoyo por sí solo, por lo que simplemente asintió.

El silencio de su contraria mientras se acercaba le ponía los pelos de punta. ¿Era su imaginación o las manos de la mujer se movían a una velocidad terriblemente lenta? ¿En qué momento dio a entender que ella le quitaría la máscara y no él mismo?

Tan pronto como las manos delgadas y calientes de Cameron hicieron contacto con la fría piel bajo la balaclava, ambos detuvieron sus respiraciones por un segundo.

Cada centímetro de piel que iba siendo revelado, era analizado por los ojos verdes de ella.

No mucho después, el pedazo de tela yacía en el buró a un lado de ellos, sin embargo, aquellas manos aún se mantenían en aquel rostro lleno de cicatrices y signos de cansancio.

-Puedes regañarme todo lo que quieras luego, pero joder... Eres realmente atractivo, Simon.

Ella lo logró, estaba observando al hombre que Ghost tanto ocultaba, estaba presenciando todas las expresiones que Simón Riley hacía en ese momento.

Podría jurar que incluso pudo ver el pequeño fruncido complicado que había hecho cuando soltó aquel cumplido.

-Hey. -llamó él por fin. -Estás tocando demasiado.

Las manos habían abandonado el rostro y ahora estaban posicionadas en el cuello de su contrario, al darse cuenta de lo que hacía retractó de inmediato sus extremidades y sonrió nerviosa mientras se separaba de la camilla.

-Lo siento. En mi defensa, tienes un cuerpo hipnotizante. Cara, quise decir cara.

-Doctora Keyson, el Capitán Price está aquí para ver al teniente. -anunció una voz desde fuera del cubículo.

-Déjalo pasar.

Una vez que su mayor entró, explicó más a detalle, y con Ghost presente, acerca de los cuidados que debía llevar a cabo el enmascarado.

-Capitán. -llamó ella con seriedad. -Ghost no puede realizar misiones en lo absoluto durante al menos tres semanas, y solo misiones ligeras durante otras dos.

-Entendido. Entonces me retiro, tendré que averiguar a qué equipos enviaré sin mi mejor soldado.

una vez que se retiró, ella volvió a hablar. -Me imagino que quieres descansar nuevamente, volveré dentro de un rato.

Let Me Fix You || Simon "Ghost" RileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora