El viaje al aeropuerto fue algo largo, después de todo la base estaba relativamente alejada de la mayoría de cosas de la ciudad. Ambos se habían negado a ser llevados al aeropuerto, a pesar de no haberlo discutido previamente, los dos compartían el pensamiento de querer aprovechar el viaje e iniciar su pequeña aventura juntos desde el minuto uno.Tras llegar a su destino, ambos se encontraban algo ansiosos. Aunque Cameron solía viajar seguido en avión comercial cada vez que regresaba a su hogar durante sus pequeñas vacaciones, sentía cierta responsabilidad porque todo saliera bien y buscaba evitar que Simon se preocupara en lo absoluto. Por otro lado, Ghost únicamente se transportaba por medios proveídos por la milicia. La última vez que abordó un avión comercial estaba muy profundo dentro de sus recuerdos.
Él siempre estaba alerta, pero estar en un lugar tan expuesto como ese con su pareja a su lado le preocupaba. Tal vez si debió aceptar el transporte que le ofreció la base.
-Si. -llamó ella con aquel apodo peculiar que le tenía a su pareja. -Es momento de que bajemos, tienes que quitarte tu máscara.
La mirada de su contrario se fijó es los ojos frente a él y en la sonrisa reconfortante que ella le ofrecía. Suspiró molesto y asintió, extendiendo su mano para que Cameron le pasara la nueva máscara que solo cubría su boca y nariz, así como las gafas de sol que ella misma eligió y compró.
-Que lindo tu corte de cabello. -exclamó ella tras una mirada rápida. Amaba observarlo y admirar cada detalle de sus ser, pero también entendía que él no era fan de las miradas, por lo que procuraba no ser muy intensa con sus ojos.
Simon rio levemente, apreciaba el halago, pero básicamente se estaba aplaudiendo a sí misma, pues fue ella quien lo ayudó a raparse. -Gracias, tienes buena mano.
-Obvio, saber manejar el bisturí me otorgó muchas buenas habilidades manuales. -contestó ella también con una sonrisa.
Ambos se sonrieron brevemente y bajaron del vehículo, Simon encargándose de bajar todas las maletas mientras Cameron cargaba las mochilas personales y los papales importantes.
Generalmente, Ghost se estaría preocupando por entrar al edificio de manera rápida y sigilosa, pero ya estaba algo relajado. Se aseguró de vigilar minuciosamente cada aspecto que los rodeaba mientras Cameron conducía. Estaba seguro de que ningún vehículo los había seguido, sus maletas ni el auto tenían alguna clase de dispositivo extraño, y su pareja se aseguró de desviarse múltiples veces en el camino por si acaso.
Todo estaría bien.
Por fin la pareja entró al aeropuerto, Cameron investigó detalladamente los mejores horarios para viajar, por lo que el lugar estaba poco congestionado y podrían agilizar los procesos de check-in, seguridad y abordaje. Además, todo parecía ir a la perfección, aquel horario concordaba con una buena hora para llegar a su destino, por lo que podrían desempacar sus cosas sin prisa y descansar ese primer día.
-Te va a encantar nuestro hogar, te lo aseguro. -dijo ella sonriendo, sosteniendo a su pareja del brazo, pues sus manos estaban ocupadas por las maletas de ambos.
Como se había previsto los procesos fueron rápidos y sin problemas, una vez que pasaron al área de espera y abordaje él se desvió al baño y colocó su balaclava totalmente negra mientras ella lo esperaba fuera.
Sí, había algunos que habían estado dirigiendo sus miradas al hombre de gran estatura y complexión, pero era de esperarse y ya se habían preparado para ello, por lo que decidieron enfocarse en ellos mismos. Dentro de su pequeña burbuja de atención mutua, las pequeñas pláticas habían cesado y ahora se hundían en un silencio acogedor. Ambos apreciaban mucho esos pequeños momentos de silencio, por lo que ninguno quiso romperlo.
Para sorpresa de Simon, su contraria se quedó dormida a su lado. Concluyó que las horas que habían pasado haciendo papeleo y ordenando maletas hasta noche la estaban alcanzando, por lo que la dejó descansar. Sin embargo, mientras ella descansaba sin preocupaciones, verla tan indefensa en un lugar tan público encendía alguna alarma de emergencia en la cabeza de Ghost. Inconscientemente se acomodó en su asiento y comenzó a vagar la mirada por cada pequeña cosa a su alrededor, los viajeros, las maletas, la gente de seguridad, los empleados de limpieza, absolutamente todo.
Habían salido muy temprano de la base por si algo los hacía retrasarse, cuando esto no sucedió terminaron llegando mucho tiempo antes y ahora Ghost tendría que lidiar con las consecuencias.
Cameron comenzó a despertar cuando sintió una mano palmeando su hombro y tras escuchar una lejana voz llamando su nombre, un susurro. Ella abrió los ojos, dejando paciente que estos se adaptaran a la fuerte luz blanca del lugar, recordando dónde y con quién se encontraba.
-Simon. -llamo ella también en un susurro. -Perdón, no suelo quedarme dormida en lugares con tantas personas, que extraño.
La psicología no era su campo de medicina, pero no estaba tan perdida. Eso nunca había sucedido con nadie, ni siquiera con su familia. Sí, con ellos sentía una comodidad inmensa, pero no se sentía segura, sabía que si algo sucedía ella tenía que protegerlos, no ellos a ella. Ella si dormía cuando viajaba en los aviones de la milicia, a fin de cuentas estaba en un transporte lleno de gente profesional en combate y primeros auxilios. Ahora que estaba con Simon era una situación distinta, se encontraba en un escenario común como cuando estaba con su familia, pero dormía plácidamente y lo entendía, él la hacía sentir tan segura que podría dormir como un bebé hasta en medio de territorio enemigo. (Aunque claro está que no lo haría, estaría más preocupada por atender heridas.)
-No hay problema, estamos bien. -le contestó él, observando con cuidado las expresiones que su contraria hacía mientras se tallaba el rostro para despertarse a sí misma. -Estamos por abordar, saca los papeles, ¿sí?
La chica asintió, tomó su propia mochila mientras él tomaba la suya, cada quien con sus respectivos pasajes. Abordaron el avión y buscaron sus asientos, una vez más con miradas curiosas sobre ellos. Cuando encontraron sus asientos, Cameron le sonrió a su pareja. Al principio él la miró confundido, pero pronto descifró su mirada.
Los boletos decían que el asiento que él tenía era el de la ventana, Simon sonrió bajo la máscara y asintió, otorgándole permiso de tomar el lugar de la ventana.
-Gracias, es mi favorito. -contestó ella una vez que él tomó asiento.
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Let Me Fix You || Simon "Ghost" Riley
Fiksi PenggemarLa historia entre un teniente y una doctora del ejército. "-Déjame arreglarte. -No puedes arreglarme. -Ghost, soy doctora, claro que puedo arreglar el desastre que tienes en el hombro. -Ah, hablabas de eso. Adelante."