Capitulo 7.

2.2K 209 10
                                    

Tras aquella "situación" en la oficina de Keyson, el tren de pensamiento de la doctora no se había detenido ni un segundo, y no parecía que lo fuera a hacer pronto.

Unas cuantas horas atrás, durante la revisión de su querido compañero y amigo Soap, él notó que algo había pasado, después de todo, si involucra a Ghost, al sargento nada se le pasa.

-¿Qué acaba de pasar entre ustedes? -preguntó él, tan pronto se cerró la puerta con Simon fuera. -No me digas... ¡¿Se pelearon?! ¡¿Otra vez?!

-MacTavish, cállate. ¿Qué te hace pensar que peleamos? No lo forcé a venir a su revisión semanal si es lo que piensas.

-Eso es todavía más extraño.

La chica rió mientras negaba con su cabeza, ya estaba acostumbrada a las bromas del sargento, pero su contrario parecía ligeramente serio ahora. Aún no hablaban seriamente ella y Ghost, por lo que temía soltar cierta información antes de tiempo.

-Vamos, Johnny, no trates de sobrepensar las cosas. Si sucediera algo te lo diría, eres casi mi mejor amigo.

-¡¿"Casi"?! -gritó indignado, olvidando completamente el tema anterior.

-Silencio. -pidió mientras reía. -Es broma, claro que eres mi mejor amigo. Dios, no puede ser un hombre de la milicia tan infantil.

-Gracias, es un puesto que me he ganado con mucho esfuerzo.

Interrumpiendo sus pensamientos sobre la situación de hace rato, unos golpes en su puerta la hicieron concentrarse en la situación actual.

-¿Sí?

-Cameron, solo quedan los de turno de noche, ¿Te quedarás trabajando hasta tarde?

la mujer dirigió su mirada al reloj en su escritorio y miró a su compañero en la puerta nuevamente. -No, hoy tengo otras cosas que hacer, gracias por avisar.

"22:37"

Keyson se apresuró a guardar documentos y sus objetos en su mochila, una vez que terminó se despidió y básicamente corrió hasta su habitación. No había día en que la doctora no estuviera apresurada, pero ese día era distinto, no podía esperar a llegar a su destino.

Una vez en su cuarto, dejó sus cosas en la cama y se dio una ducha rápida, luego de un largo día ese era su momento favorito y se tomaba su tiempo, sin embargo, ahora iba a tener uno nuevo.

Mientras se colocaba ropa civil, como una sudadera holgada y unos pantalones igual de holgados, se cuestionó a que iría a la habitación de Ghost. ¿Sería que la invitó para que hablaran de lo sucedido o para continuar donde lo dejaron? Sea cualquiera de las dos, ahora se sentía algo presionada, no estaba preparada mentalmente para ninguna.

Revisó la hora nuevamente y notó que faltaba una media hora para la hora acordada, no planeaba estar sentada impacientemente, así que salió de su habitación para dirigirse hacía allá. 

Los pasillos del lugar no estaban tan activos como si fuera de día, lo más que te pudieras encontrar son unos cuantos pobres a quienes les tocó el turno de noche, de ahí no había más. Normalmente no sería un problema, pero eran altas horas de la noche y ella iba hacía los dormitorios de hombre, necesitaba ser sigilosa para evitar rumores.

Tras esquivar miradas unas cuantas veces, llegó a la puerta de Ghost y tocó silenciosamente. Pasaron unos cuantos minutos y no había respuesta, por lo que comenzó a impacientarse, en cualquier momento alguien pasaría y la descubriría. Cuando a lo lejos escuchó risas y voces, supo que debía ocultarse o idear una muy buena excusa.

A un momento de que las personas dieran la vuelta en el pasillo y se toparan con ella, unos brazos la rodearon y la metieron a la habitación. Por reflejo alzó el brazo para golpear a la persona tras ella, pero este la detuvo y la giró para que lo mirara.

Keyson se calmó y relajó la mirada, teniendo a solo unos cuantos centímetros a la persona a la que vino a ver.

-Ghost. -llamó ella con una sonrisa. -Pensé que ya estarías en tu cuarto, casi me vuelvo el chisme número uno de la base.

-¿Tu qué haces aquí tan pronto? ¿Impaciente?

Él no sabe porque dijo eso, no entendía si estaba tratando de provocarla, ni siquiera sabía para que se verían. Una cosa era segura, tan pronto vio la sorpresa y las mejillas rojas de su contraria, Simon salió y decidió que esa noche iba a estar presente.

-No había necesidad de exponerme, ¿Sabes? Vamos a sentarnos, no quiero estar aquí parada todo el tiempo.

¿Estaba huyendo? Sí. 

Ella se sentó, pero él se mantuvo parado al otro lado de la habitación. 

-Escucha, Simon. No estoy muy segura de que vine a hacer. Pero sea lo que sea, quiero que sepas que si te arrepientes o no estas listo para todo lo que va a suceder, dímelo, puedo manejarlo. También puedo esperar o si quieres mantener las cosas casuales, está bien, te lo juro. 

Las palabras salían y salían, su mirada ya ni siquiera iba hacía Ghost, sino al suelo bajo ella. Antes de que pudiera seguir balbuceando, una voz rasposa la interrumpió.

-Cameron. -llamó mientras caminaba hacía ella y se colocaba en cuclillas para estar casi a su altura. Tras un largo suspiro volvió a hablar, listo para lo que diría. -No, no me arrepiento, y tampoco quiero que lo que tenga contigo sea algo de de vez en cuando.

Quería hablar, quería besarlo, quería abrazarlo, pero se mantenía quieta esperando a que terminara de decir todo lo que tuviera que decir mientras escuchaba atentamente.

-Tampoco necesito que esperes. Así que, si tu estás dispuesta a ser paciente conmigo, puedo hacerlo. ¿Puedes?

-Joder, claro que puedo, Simon. 

-Bien. 

Las palabras no faltaron para entender lo que seguía. Tan pronto como Ghost se deshizo de su balaclava y tomó a su contraria con cuidado para recostarla en la cama, fue la indicación que ella tuvo para avanzar. 

-Gracias por confiar en mí. 







Let Me Fix You || Simon "Ghost" RileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora