Capítulo 27.

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La inauguración de la semana de Moda se realizó en el Grand Palais.

El edificio histórico abrió sus puertas para recibir a multiples iconos de la industria de alta costura y como en cada edición, abrió la casa francesa Dior con un homenaje al circo acrobático.

Su diseñadora, la cuál Louis no recuerda el nombre, conformó su escuadrilla de modelos únicamente de mujeres gimnastas, algo que al parecer era digno de resaltar ya que eran mujeres con talento nato y no nepobabys, como Niall le comentó en voz baja. Harry intentó explicarle durante todo el desfile el significado de la palabra, pero Louis aún no termina por comprenderla del todo.

Ese primer día en Paris fue uno de los más atareados que ha tenido desde comenzó a trabajar en Brightness. Y eso es mucho por decir.

Luego de la inauguración, se movieron a un brunch al aire libre. Después fueron a una pasarela donde vieron algunos de los diseños de Stella Mccartney y Joseph Altuzarra y por último (gracias al cielo) hicieron acto de presencia en el brindis de bienvenida organizado por la fundación. Añadiendo a esto que ellos tuvieron que hacer parada en el estudio entre cada evento para cambiar sus atuendos y retocar sus looks de peinado y maquillaje. Louis no se había cambiado de ropa tantas veces en un día hasta ese día. Acaba de romper su propio record.

Lograr lo planificado en la agenda de Liam les requirió mucho esfuerzo y les consumió demasiada energía.

En muchas ocasiones Louis sentía que operaba de manera automática. Incluso cuando lo único que tenía que hacer era elegir su ropa. El equipo de Harry que los acompaño trabajaba a toda velocidad y bajo presión, aún así dándoles resultados impecables. Y aunque Louis realmente solo se quedaba quieto y las manos de los expertos trabajaban en él, requirió parte de su esfuerzo físico superar cada visita al estudio y lo que conllevaba.

Nunca había deseado que terminara el día tanto como aquel, pero cada que un compromiso en su calendario era tachado, otro más seguía apareciendo en la lista. Era de esperar que la primera noche en Paris terminaran rendidos y completamente agotados. Ni siquiera les quedó energía para explorar la ciudad después. Se fueron directo a su hotel, teniendo una cena tranquila y una cama caliente como su único plan.

Ellos, obviamente, tienen habitaciones separadas.

Solo que— de alguna u otra manera Louis se las arreglo para despertar entre los brazos de Harry, en la cama de Harry, de la habitación de Harry.

Si lo recuerda bien, todo fue culpa de Harry.

Él lo había atrapado y se había dejado caer como peso muerto en la suavidad de la cama kingsize, llevándose consigo el delgado cuerpo de Louis. No pudo escapar, así que no le quedo de otra más que dormirse ahí. Fue culpa de Harry, ¿ya lo mencionó?

Como sea, no se va a quejar de eso. De lo que definitivamente tiene que quejarse y refunfuñar en silencio es que el segundo día es una copia casi exacta del primero. Tienen la misma cantidad de eventos, solo que de diferentes marcas y en diferentes locaciones. Para el tercer día confirma y acepta que así será el resto de la semana.

Louis casi se desmaya cuando se enteró de la cantidad de eventos programados, pensando que tenían que asistir a todos y cada uno de ellos. Olivia le explicó que hacer aquello era imposible, ya que algunos desfiles se programaban en el mismo horario pero en diferente recinto. La asistencia de Harry únicamente se esperaba en los eventos más relevantes y destacados. En pocas palabras, tienen suerte.

"Quita esa cara, amor", Olivia le da un ligero codazo que va directamente a las costillas de Louis. La señora siempre ignora que es de mano pesada. "No has quitado el puchero desde que llegamos."

El Diablo Viste De GUCCI || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora