Capítulo 6.

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Para los días posteriores, Louis se encuentra preparado para la llegada de Harry mucho antes de que este llegue a la oficina.

Con la taza de café lista y con los documentos del día ordenados en su lugar. Nunca recibe un agradecimiento, pero por lo menos ya no recibe la misma mirada de desaprobación de antes. Louis no espera una estrellita dorada en su frente por hacer su trabajo, solo espera que Harry se dé cuenta del esfuerzo que está dando para cumplir con las expectativas que tiene de un asistente.

Su relación con Liam no ha mejorado, pero por lo menos parece ser que a Niall ya se le ha pasado el resentimiento ocasionado por su comentario en aquella desastrosa junta. Louis jamás se imaginó que podía ofender a tantas personas por expresar su punto de vista. Pero, como sea, jamás ha sido bueno en no decir lo que piensa.

Por otro lado, ya ha recibido su primer pago. Y a decir verdad, esta sorprendido.

No es una mala paga, al contrario. Es tres veces más de lo que se imaginaba ganar con ese puesto. Brightness es la revista más popular de Estados Unidos, por consecuencia, tiene las mejores ventas del mercado. Louis está feliz de darse cuenta que cada miembro de esta empresa es bien remunerada por su aportación, por más grande o pequeña que sea.

Lo primero que hizo con su primer sueldo (después de pagarle la renta al señor Tom, por supuesto) fue preparar el platillo favorito de Collin. Louis quería hacer algo lindo por él y una cena romántica era la mejor idea que había tenido su mente. Se dirigió al supermercado más cercano en cuanto salió de trabajar.

Así qué, después de asegurarse de tener todos los ingredientes, llegó entusiasmado a su hogar, le mando un mensaje a su novio avisandole, reprodujo su playlist favorita y preparo la cena durante más de tres horas. Se ducho después de cerciorarse de que todo estuviera perfecto, se arregló un poco y se sentó a esperar en la sala, con una copa de vino barato en su mano, hasta que la comida en su mesa se enfrió.

Collin no apareció en toda la noche.

"Me puedes explicar porque—", Liam se detiene frente a él cuando llega a la mañana siguiente. Corta sus palabras y su ceño se frunce al verlo más de cerca. "Oh cielos, ¿quién te atropelló?"

Louis gira los ojos de mal humor y le saca la vuelta. Camina directamente a su lugar de trabajo, pidiendo internamente que Liam no lo siga.

"Louis, ¿puedes decirme porque llegas tarde luciendo así de horrible?", Louis lo ignora preguntándose porque a Liam le importa. "Hey, te estoy hablando."

"Me quedé dormido, Liam. Lo siento, no volverá a pasar."

El castaño lo mira detenidamente, no tragándose la cortante respuesta. Louis tiene la vista fija en la pantalla negra de su computador, tratando de evadirlo. No funciona, la mirada de Liam le quema un costado del rostro. "Sí, claro. Eso explica tu retardo pero no justifica las enormes ojeras en tu cara y ¿porqué tus ojos están tan rojos?"

Entonces, el pecho de Louis se contrae al recordarlo.

Collin no llegó en toda la noche. De hecho, él esperaba despertarse esa mañana y ya encontrarlo en el apartamento, pero el lugar estaba igual de vacío como cuando se fue a dormir. Él sabe que Collin suele quedarse para el cierre del restaurante, pero ya había pasado más del horario aceptable.

Louis comenzó a preocuparse por la hora que su reloj mostraba y empezó a entrar en pánico cuando las llamadas que le hacía lo mandaban directamente al buzón. Estuvo a punto de ir a la policía a levantar una carta de desaparición pero sabía que lo iban a mandar a la mierda. No habían pasado veinticuatro horas.

No fue hasta casi las cuatro de la madrugada que recibió un mensaje de voz del muy considerado de su novio, explicando que después del trabajo había salido con un par de amigos a tomar unas copas y que se había olvidado de avisarle. Le dijo que no lo esperara despierto.

El Diablo Viste De GUCCI || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora