Harry exhala una respiración en cuanto la escucha abrirse.
"¿Qué hacen aquí?", pregunta, sonando más cansado que molesto.
Louis, que había abierto la puerta solo lo suficiente para echar un vistazo, se queda con la palabra en la boca.
Margot termina por empujar la puerta, haciendo que se impacte en la pared con un ruido escandaloso. Empuja a Louis y luego corre directo a Harry.
"Hola", ella sonríe frente a él, exhibiendo la falta de uno de sus dientes superiores. "Estábamos aburridos y queríamos verte."
"Creó que fui muy claro cuando dije que estaría ocupado", Harry responde, dirigiéndose a Louis más que a nadie. "¿O no lo fui?"
Louis mordisquea su labio inferior y camina hasta ellos, Belmont manteniéndose a su lado. Él no ha soltado su mano desde que dejaron el estudio de Niall, probablemente su mente infantil aferrándose a la figura adulta más cercana. Louis prefiere pensar que el niño ha comenzado a sentirse más cómodo con su presencia y que, tal vez, le brinda un poco de seguridad. No puede evitar sentirse avergonzado de sí mismo por obtener esa misma seguridad al sostener a un niño de cuatro años bajo la mirada tortuosa de Harry, casi utilizándolo como una barrera protectora para su persona.
Tampoco puede evitar notar el plato con los restos de una galleta de avena y la taza de café vacía sobre la superficie del escritorio.
"Lo siento, ellos fueron muy insistentes", Louis sostiene a Belmont de los hombros y lo mantiene delante de él. No está orgulloso.
Harry sacude la cabeza con los ojos cerrados. "No fueron insistentes, Tomlinson. Tú eres muy fácil de persuadir."
"¡Eso no es cierto!", Margot exclama, sorprendiendo a Louis. "Me tomó más tiempo de lo que imaginé", ella dice con recelo y Louis resopla, porque por supuesto que fue muy estúpido de su parte haber esperado otra cosa.
"Como dije, Margot. Estoy ocupado", Harry gira ligeramente a la mesa conjunta, su dedos moviéndose con agilidad sobre el teclado.
"¡Podemos ayudarte!", ella sugiere. "Así terminaras más rápido y tendrás tiempo de jugar con nosotros."
"No es trabajo que un niño pueda hacer", el editor ignora la decepcionada expresión de la castaña.
"¿Por qué no?"
"Porque...", él se detiene un momento. "Porque yo digo que no."
"¡Esa no es una razón!"
"Es una razón y la vas a tomar."
"Por favor, tío Harry."
"Créanme, se divertirán más con Luigi", Harry lo mira con una ceja en lo alto. "Él es el rey de la diversión, ¿no es así?"
Por el tono en que lo dice, Louis sabe que no es un cumplido o un alago. Más bien, una burla. Lo hace sentirse como un idiota y de alguna manera, arrepentido por haberle contando algo de su historia en la escuela secundaria.
"¡No!", Margot lloriquea. "No queremos ir con él, ¡queremos estar contigo!"
"Eso es una lastima", Harry se encoge de hombros. "Sácalos de aquí, Tomlinson y entretenlos con otra cosa."
Louis sabe que tiene que hacer lo que se le está pidiendo. Tiene que tomar a ambos niños, evitar ser golpeado por Margot y salir de la habitación. En un mundo perfecto, él haría exactamente eso.
"Ellos podrían hacerlo", dice en su lugar, porque sinceramente, a la mierda. En un mundo perfecto, Belmont y Margot no tendrían que estar mendigando un poco de atención.
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El Diablo Viste De GUCCI || Larry Stylinson
FanfictionLouis es un universitario recién graduado con grandes sueños. Tras conseguir trabajo en la prestigiosa revista Brightness, se convierte en asistente del frío y condesendiente editor en jefe Harry Styles. Louis cuestiona su habilidad para sobrevivir...