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— Jinnie, ¿Te llevo a casa? — El mencionado giró sobre sus talones, encontrándose con Namjoon recargado sobre el marco de la puerta de su oficina.

— Te lo agradecería. — Le respondió, tomó sus cosas del escritorio y ambos salieron del edificio.

Subieron al auto del alfa para emprender camino a casa del mayor.

— ¿Hobi ya fue por Soobin? — Preguntó Namjoon.

— No. Se quedará en casa de Jungkook. Cada mes se juntan en casa de alguien para hacer una pijamada o algo así. — Le contó. — La vez pasada fue en casa de Yoongi, a la mañana siguiente estuvo llorando en el grupo porque no lo dejaron dormir toda la noche. — El menor sonrió burlón.

— Entonces deben de ser un verdadero remolino. Para que Yoongi hyung no haya dormido...

— No tienes idea. — Le dio la razón. — Pero es lindo ver a los cinco juntos, me recuerda a cuando era más jóven.

Continuaron el camino entre platicas sobre los pequeños, sobre su trabajo y de más cosas.

Pero algo distrajo la atención en Jin, un calor conocido recorrió su vientre causándole un escalofrío que recorrió su cuerpo por completo.

— N-Nam... — El mencionado frunció el ceño. — ¿P-Puedes ir un poco más rápido, por favor? — Y fue el turno del menor en pasar saliva.

Jin solo vio la manzana de adán subir y bajar, casi provocandolo.

— Ay, hyung. ¿Porqué hace esto? — Jin mordió su labios inferior tratando no reír por el tono de apuro en Namjoon.

El alfa de inmediato aumento solo un poco la velocidad, rozando el nivel máximo en las calles.

Y en cuanto llegaron, Jin trató de desabrochar su tonto cinturón de seguridad, pero sus manos estaban temblando demasiado.

Su aroma se estaba intensificando, causando que Namjoon se estuviera poniendo nervioso, alejó las manos de Jin ignorando por completo el calor que sintió y el mismo lo libero del cinturón.

— Nos vemos después. — Jin se despidió con rapidez, bajando del auto.

— C-Cuidese, hyung. — Y simplemente miró al mayor hasta que entró a su hogar.

Por otro lado, Jin caminaba como podía, buscando desesperadamente a su alfa por la casa.

No, Jin.

¿No qué?

— H-Hobi... — Le llamó, el alfa salió de la cocina con un trapo en sus manos, a penas vio a su omega le sonrió.

— ¡Mi Jinnie! ¿Cómo te fue, cariño? — Jin apretó los ojos.

— H-Hoseok... Bebé... — El alfa entrecerró los ojos, analizando al mayor.

Y sonrió.

Era cuestión de tiempo.

No, Hoseok.

Y su sonrisa flaqueó por a penas unos segundos.

— Tan descuidado, Jin. Si hoy empezaba tu rut debías de quedarte aquí. — Le regañó acercándose con precaución a él, a penas estaban a dos metros de distancia cuando Jin perdió la paciencia.

Se lanzó sobre Hoseok quien de inmediato lo tomó con fuerza de la cintura y estampó sus labios con los del mayor.

No, Jin.

No lo vuelvas a hacer.

Ignorando por completo a su lobo, Jin dio un pequeño salto, enredando sus piernas al rededor de la cintura de Hoseok, quien a penas tuvo tiempo de tomarlo por los muslos.

Caminó hasta las escaleras de su casa, subió con cuidado mientras disfrutaba de los besos húmedos que el omega dejaba por su cuello.

Entraron a la habitación y Hoseok dejó a Jin sobre la cama.

— Hobi... Alfa... — Lo llamó de nuevo.

— Mierda, Seokjin... — El alfa comenzó con el trabajo de retirar la ropa que justo en ese momento, estaba de más, desesperando a él omega por tardar tanto.

Después de un rato más, en lo que Hoseok preparó a Jin y simplemente se besaban, el alfa se posicionó entre las piernas del omega.

— ¿Listo? — Los nervios de repente se apoderaron del sistema de Jin, queriendo ignorar eso, simplemente asintió.

Hoseok comenzó a entrar, despacio y sin querer lastimar a su omega.

Pero...

Basta, Seokjin.

— Hobi, Hobi, Hoseok. — Jin se separó abruptamente del alfa, quien sólo se quedó quieto sin entender que acababa de ocurrir. — L-Lo siento, Hoseok. Es q-que no se que... No se que pasa, cariño. — Trato de explicar, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

— Ey Jinnie, tranquilo. Está bien. — Hoseok cubrió el cuerpo del mayor con la sábana y después lo abrazó. — No pasa nada, estoy aquí. — Le habló en voz baja, dejando pequeños besos en la cabellera de Jin.

— Hoseokie, lo siento. — Le dijo con la voz entrecortada, recibiendo consuelo y caricias por toda su espalda.

Caricias y consuelo que ahora más que nunca, sabía que no merecía. Y mucho menos del alfa que se las brindaba.

《Find You》 □Namjin Au□⁵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora