Wednesday caminaba junto a los demás miembros del equipo de fútbol encabezado por ella.
Otra victoria en las finales. Para su universidad, ansiosa y con una gran sonrisa decidió invitar a sus compañeros el almuerzo, había sido un duro día de juego y competencias dónde deberían ser premiados.
La cafetería de la universidad estaba repleta con los estudiantes y profesores orgullosos de que, una vez más su equipo de fútbol llegaba con un gran trofeo posicionándose en un buen lugar entre las mejores universidades.
Divina indicó a Wednesday una gran mesa para el equipo la alfa no dudo en dirigirse a ese lugar, mientras se sentaba. En la mesa de al frente una linda Omega con pegatinas de ositos rosas en sus mejillas abría una pequeña bolsa de gomitas con forma a sandía.
La Omega frunció su ceño al parecer le dificultaba poder abrir la bolsa, sin dudarlo Wednesday se acercó hacia aquella, dónde un delicioso aroma a fresas y dulces le inundaron sus fosas nasales. La loba de Wednesday movió su colita encantada con la fragancia de la omega.
La sonrisa de Wednesday se ensanchó saludando a la omega.
-¡Hola!-La omega seguia concentrada en abrir la bolsa de Gomitas, la alfa indignada por no prestarle atención tomó delicadamente la bolsa y abriéndola sin ningún esfuerzo sonrió.
La omega alzo una ceja confundida, no esperaba que alguien se le acercara y menos abriera su bolsa de almuerzo. Mostró su palma para dar a entender que le devolviera la bolsa de gomitas.
-No linda dime tú nombre primero-Sonrió Wednesday.
-Lo siento no puedo darle mi nombre, papi dice que no debo hablar con extraños.
La Omega se sintió extraña como si de una molestia se tratase desobedecer a su padre no existía en su diccionario, abultó sus labios rosados enfurruñada.
Wednesday suspiro resignada le tendió aquella bolsa bastó con ese acto para que la omega dejara su rostro molesto y sus ojitos azules brillarán de felicidad.
-Extraño tu aroma me agrada Wednesday sonrió feliz, como si de una buena noticia se tratara.
-¡Tu aroma es delicioso!-Hablo Wednesday.
La omega la miro aún confundida, su aroma no se comía entonces... ¿Por qué la extraña decía que es delicioso? -Mi aroma no se come-La Omega aburrida dirigió su vista hacia sus gomitas y dejó de prestar atención a la extraña.
Wednesday miro atentamente a la omega ignorando la pregunta un tanto rara de la contraria.
La Omega tomo una gomita y sonriente dijo -Sandy, ese será tu nombre-Dejo la gomita en un plato color rosa que se encontraba en la mesa.
Wednesday sonrió enternecida, la Omega antes de comer una gomita le daba un pequeño nombre eso le encantó a Wednesday muy aparte de el aroma que llevaba.
Dejando sola a la chica Wednesday se sentó en la mesa con los miembros del equipo. Divina su mejor amiga la miro picara. -¿Quien es causante de esa sonrisa Wedns?- Wednesday se sonrojo.
-Nadie Divina.
-¡Vamos Wednesday!, ¡Te conozco como la palma de mi mano!- Presumió Divina, y luego miro su mano confundía-¿y esta línea?
Wednesday río a carcajadas su amiga era muy boba, aún no entendía como Yoko la soportaba.
La alfa se encontraba con sus amigas y amigos, muy feliz amaba a cada uno de ellos. Su grupo era grande : Xavier, Bianca, Tyler, Divina Y Yoko
Yoko era pareja de Divina a le caía muy bien la omega, sin duda una chica humilde para su mejor amiga de la infancia. Quizás si le preguntaba por aquella omega de las gomitas le daría almenos su nombre.
-Yoko.
Llamó Wednesday a la omega quien al escuchar su nombre la miro sonriente aún estando en las piernas de su alfa.
-Dime Wedns.
Wednesday se levantó de la silla y nerviosa le preguntó.
-¿Conoces a la Omega que lleva pegatinas en sus mejillas?—
Yoko asintió feliz.
-Si si, es la Omega más callada no tiene amigos y los demás la catalogan como rara.
-¿Rara? - Pregunto Wednesday la veía muy tierna y no rara.
-Si, por qué siempre lleva una bolsa de gomitas y las nombra antes de comérselas, o bolsas de dulces.
Wednesday sonrió enternecida, aquel acto era bello en esa preciosa omega.
-¿Cómo se llama?
-Parece que te interesa se llama Enid Sinclair. No es de Inglaterra es de San Francisco.
Wednesday asintió comprendiendo quería conocer más aquella misteriosa omega. Aunque viendolo de un lado positivo solo si se acercara con dulces tal vez le pondría atención e investigar el por qué le gustaba tanto el aroma de Enid.
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Autismo | Wenclair
RomanceA Wednesday le gusta la omega que nombra alas gomitas antes de comerlas Omegaverse @Pollito-Slftcoffe