Compañía

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El siguiente combate ya estaba en desarrollo.

Shoto y Momo habían abandonado la arena. La dupla se encontraba en camino hacia los dormitorios, Todoroki había pedido permiso para ir a descansar un poco hasta que los combates finalizaran.

El ambiente entre los dos era algo tenso. Momo estaba avergonzada sobre su repentina explosión de sentimientos.

Sentía la necesidad de hablar con Todoroki pero por más que pensara, no se le ocurría de que tema podían hablar y no quería hablar más de sus sentimientos y lo que ocurría dentro de ella.

La mirada de Shoto estaba fija en ella. El también quería hablar pero, como se sabía, no era bueno con las palabras. Shoto se empezó a rascar la nuca, estaba un poco nervioso.

Momo junto sus manos y tomo un poco de aire. Pensó que lo mejor sería ser totalmente franca con él. Al cabo el ya había visto mucho sobre ella.

-Perdón, estoy apenada. Llore mucho- Momo suspiro, jugaba con sus dedos como usualmente hacia.

-Está bien, no te preocupes. Por favor, dejame escucharte.- Todoroki quería que supiera que podía contar plenamente con él.

-Gracias, Todoroki, por todo.- Momo le dedico una sonrisa, una pequeña pero verdadera.

Shoto abrió los ojos un poco, no esperaba ver eso ahora. En su rostro apareció una pequeña sonrisa, también.

Los dos llegaban a la residencia, el lugar estaba completamente solo, a excepción de ellos.

-Te acompaño a tu habitación- Todoroki se ofreció amablemente.

-Está bien, no tienes porque hacerlo - Momo no quería tomar más tiempo de él. No lo quería incomodar.

-Insisto, vamos- Shoto alzó una mano para indicarle que pasara primero.

-Gracias...- susurro Momo

Llegaron a la habitación pero ninguno de los dos sabía que hacer exactamente.

-Bueno, descansa y si necesitas algo, no dudes en decirme. Estaré en mi habitación- Todoroki se estaba por dirigir a su habitación pero una mano lo detuvo.

La acción por parte de la chica fue inesperada. Shoto miró la mano que se cerraba en su antebrazo y luego la miró a ella, directo a sus ojos. Sus ojos negros en los cuales se podría perder fácilmente.

-Se me hace raro que tu lo hagas, usualmente lo hago yo- comentó Shoto inocentemente.

-Te quería preguntar, ¿quisieras entrar?. Podríamos estar un rato, antes de regresar nuevamente. Asi podríamos hablar un poco...- Yaomomo sentía su cara arder, era evidente que estaba sonrojada. ¿De dónde había salido esta propuesta?
Ella se lo preguntaba, hace un momento ni siquiera podía hablar con él.

-Me parece bien- Shoto, aunque no lo admitiera, quería estar con ella el mayor tiempo posible. Quería estar para ella si es que lo necesitaba.

-Entra, ponte cómodo.- Momo estaba realmente nerviosa. Nunca antes un chico había entrado en su habitación.

-Gracias- El se sentó en un lado de la enorme cama de Yaoyorozu -¿De qué querias hablar?- pregunto mientras recorría con la mirada toda la habitación. Para el también era la primera vez que estaba en la habitación de una chica.

-Me di cuenta que aunque pasamos mucho tiempo el uno con el otro, no nos conocemos bien. Por ejemplo, no se cual es tu comida favorita o tu color favorito. Se que son trivialidades pero... me gustaría saber más de ti.- Yaoyorozu se encontraba al otro lado de la cama. Una pizca de emoción se dejaba ver un su cara.

Quédate Conmigo - TodomomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora