My boy.

III

—¡Fui el mejor  jugador! —dijo Yoongi mientras dejaba salir un gran grito de victoria.

  La escuela y el partido de selección ya habían concluido. Eran cerca de las 4 pm. 

  Ambos esperaban a que el hermano mayor de Taehyung, Namjoon, pasará por ellos. Hasta entonces, esperarían en el campo de futbol, cerca del estacionamiento.

—Y eso que, de todas maneras perdimos.— contestó Taehyung mientras recordaba el trato que anteriormente había hecho con Jungkook.

—Como si te importara el equipo. Tu solo entraste por dos razones; 1) porque te obligue a levantar tu trasero y 2) porque Jungkook estaba ahí. —reprochó mientras empujaba amistosamente a su amigo.— ¿Lo convenciste de salir contigo?

—Fue mucho mejor que eso. Diablos, todo esta saliendo tan bien.

—¿Que le hiciste al niño, Kim? ¿Qué le prometiste? —Yoongi conocía perfectamente a Taehyung, desde niño notó que su amigo siempre conseguía lo que quería, hasta lo que uno esta negad a entregar.

Yoongi era la prueba viviente de que Taehyung siempre obtenía lo que sus ojos anhelaban.

—El desea tener mi atención. Sabe que la tiene, no es un secreto para nadie solo intenta que se mantenga. Créeme, ese chico es mío. —contestó y soltó un largo suspiro. 

—Tienes que tener cuidado, mantén tus limites. La ultima vez...

—La ultima vez, la ultima vez, blah, blah, blah. —Taehyung empezaba a irritarse— ¡Supéralo Min! Jimin, está bien. ¿No lo ves? Todos obtuvimos lo que queríamos. Dejemos el pasado en el pasado.

  Taehyung gustaba de la adrenalina, la velocidad y el romper limites, pero lo que corre con velocidad tiende a estamparse para destrozarse en millones de pedazos.

—Soy tu amigo, solo quiero que tengas cuidado y consideres las consecuencias.

—Aghh, lo se, lo entiendo. Yo también temó que se me vuelva a salir de las manos. —escondió su rostro entre sus brazos, todo su cuerpo parecía intentar protegerlo de aquellos recuerdos que aún lo perseguían.

—Hey, tranquilo —acarició su hombro en señal de apoyo.— Estarás bien, yo me encargaré de eso. 

  Taehyung no pudo evitar rodear a Yoon con sus brazos, justo alrededor de su cuello, donde de igual manera escondió su rostro. Yoon no pudo no corresponder. Taehyung siempre le recordaba a su familia, pues de cierta manera, eran parecidos.

  Aquel momento fue interrumpido, un auto se estacionó frente al campo haciendo sonar la bocina, rompiendo así el abrazo.

—Esta prohibido besarse dentro de las instalaciones. —Namjoon había llegado.

—Cierra la boca, Nam —contestó Taehyung para después sostener su mochila y avanzar. Yoongi intentaba seguirle el paso y a su vez, esconder el sonrojo de su rostro. Ya dentro del auto nadie lo notaría.

—Yoongi, ¿te siente bien? —cuestionó Nam mientras miraba a Yoongi que se encontraba en el asiento trasero, este solo asintió.— Estas muy rojo. ¿Seguro qué te encuentras bien?

"Mierda"

  No pudo procesar ninguna respuesta de manera automática, se había paralizado por completo.

—Esta bien, acabamos de salir de un partido de baloncesto. Fue el mejor jugador así que probablemente solo este cansado. —respondió Taehyung mientras miraba por el retrovisor a un Yoongi que nunca antes había visto. Uno completamente cohibido y nervioso.— No hay nada de que preocuparse, hyung.