En una entrevista, hacía messi, le hacen preguntas sobre alguien que dejo de ver en cuartos, e investigando un poco más le hará descubrir algo que no tenía visto.
Intento actualizar todos los días :))
Che todo es bait, siempre me aparecían cosas así...
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-Ochoa Guillermo- llamo una señora.
El y Leo se acercaron, Leo habló un poco con esa mujer y vino de nuevo conmigo.
-Gui, ahora esa chica va a hablar un poco con vos, no tengas miedo de contar lo que sentís o pensás, nos vemos más tarde.
-¿No vas a venir conmigo?- lo miraba asustado.
-Guille, yo voy a estar acá afuera todo el tiempo, pasa algo y salís, ¿va?- le decía manteniendo la calma.
-Bueno, te quiero Leo- con eso se fue adentro, no se sentía seguro.
Vio que todo era con tonadas marrones y negras, en un lugar había juegos de mesa, en otros libros, había dos sillones y en otra parte un escritorio con dos sillas.
Se sentaron en ese escritorio y se sintió presionado a hablar, esa mujer siempre le repetía: "Podés contarme todo lo que quieras, no lo dudes"; no confiaba en ella, pero Lio le dijo que lo mejor era contarle todo, así que no dió más.
Al salir de allí se sentía más liviano, pero seguía sin confiar. ¿Por qué debería de hacerlo?
Pero al ver a Lionel se tranquilizó, lo haría por quién ama.
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-¿Cómo te fue? ¿Te gustó ir?- decía Leo emocionado, la psicóloga le había dicho que ya para el primer día había dado un gran avance.
-Supongo...-Pero Ochoa seguía sin estar conforme, pero le gustaba ver a Leo feliz.
Siguieron hablando hasta llegar a su casa.
-Guillermo- llamó Antonella -¿No querés venir acá? Así te quedas el último mes con nosotros- lo miraba con una sonrisa.
-Bueno, creo que tampoco hay tanto drama- miraba un poco feliz.
-Ya es de noche, mañana pasamos por allá y lo traemos para acá- miraba Leo la escena.
-Bue, pero es hora de dormir- decía Antonella bromeando -Buenas noches- saludó para ir a sí propio cuarto.
-Nos vemos- saludó Guille con una sonrisa.
Faltaba poco, eso lo sabía...
Era de noche, estaban abrazados, hacía frío y Memo no podía dormir.
Y otra vez estaba atrapado en sus pensamientos, siempre por la misma persona...
Noche tras noche, pensando en el, lo de olvidar lo no le salió, no quería sentir lo pero el destino lo decidió.
No sabía que hacer, ya lo amaba, pero no quería intentarlo, Leo no iba correr todo el tiempo detrás de él...
Con estar con el se había convertido en un tonto, pero en uno enamorado, porque no podía evitar los fuertes sentimientos que tenía hacia el argentino.
