En una entrevista, hacía messi, le hacen preguntas sobre alguien que dejo de ver en cuartos, e investigando un poco más le hará descubrir algo que no tenía visto.
Intento actualizar todos los días :))
Che todo es bait, siempre me aparecían cosas así...
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Había pasado casi un año, Guille volvió a México en su tiempo, pero acompañado de Leo, le mostró su tierra de origen, le presumió sus hijos y le mostró sus amigos cercanos.
Pasaron allí medio mes, porque Leo tenía que ir a Francia para su equipo, y aunque Memo tenía el suyo en su querido México, no dudo en ir con él.
Se habían encontrado, no se volverían a separar, sus corazones ya eran amantes hace mucho, y la herida de Guille al fin podía sanar en paz.
Se hospedaron juntos en Francia por un largo periodo, hasta que volvieron al lugar donde se enamoraron Argentina.
Memo se encontraba con Lucciana, Thiago y Mateo, ese trío charlaba animadamente en el sillón de la casa que hospdaban en Rosario, Karla estaba intentando ayudar a su novio a preparar la comida, su hijo Guillermo le estaba explicando un libro a Ciro, en el cuarto del menor, y Antonella charlaba con alguien por el celular.
Para Guillermo, todo era perfecto, no necesitaba nada más, era la vida que siempre había soñado.
¿Quién se imaginaría lo que estaba por venir?
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Antonella había conseguido el número de varias personas: Saul "El Canelo" Alvarez, Javier "Chicharrito" Hernández, Los papás de Memito, Su hermana, eh incluso otros amigos de la vida del mexicano.
Tenían algo planeado a lo grande y lo conseguirían, y si, "conseguirían", porque ella no hacía más que ayudar, el principal dueño de todo eso era Leo, y hasta sus hijos se habían enterado, buscando ayudar.
Los hijos de Guillermo no se quedaron atrás, ellos le explicaron con exactitud sus familiares y amigos apenas se enteraron de ese plan que el argentino tenía en mente.
Leo quería lograrlo.
Después de todo lo sufrido por el morocho de rulos, lo quería ayudar en algo, quería hacerlo feliz, y quería estar con el por el resto de sus días.
Leo lo lograría.
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Leo estaba nervioso, era el día, ahí se decidía si era todo o nada, le gritó a su hijo mayor para que le diga la hora, había acordado con Memo a que estaría en la casa a las seis y media.
El hijo que veía las noticias le respondió, en la tele se pasaba el informe de que el ex jugador, Lozaro Hirving, intentó escapar de dónde lo mantenían preso. -¡Son las seis y cuarto!
El piso daba un camino de rosas, al que se dirigía a las escaleras, su posición, tenía la cajita en la mano, con un lindo anillo plateado de compromiso.
Sabía bien que decir lo había practicado con Antonella junto a Ciro varias semanas antes.
