Dos semanas después, sábado 9:30 a.m.
La mañana de ese domingo ____ despertó temprano, llena de energía y un repentino entusiasmo por pasar un día de descanso junto a sus dos personas más importantes. Se levantó de la cama cerca de las ocho y bajó directo a la cocina dispuesta a preparar el mejor desayuno del mundo. Juntó las cosas que sabía le gustaban a Levi y Lean: hot cakes, fruta, leche de chocolate y, por supuesto, el irremplazable té negro. En el instante que depositó las tazas en su respectivo lugar de la mesa y acercó la tetera con agua caliente, vió a su pequeño hijo atravesar la puerta de la cocina tallando sus ojitos mientras soltaba un largo bostezo.
—Buenos días, mami —la saludo en medio del bostezo
—Buenos días, cariño —devolvió el saludo acercándose a cargarlo y depositar un largo beso en su mejilla—. Estaba por ir a despertarte. ¿Tienes hambre?
—¡Si! Tengo mucha hambre
—Genial, porque el desayuno está listo
Depositó a su hijo en una de las sillas del comedor y le sirvió un poco del cereal de colores que tanto le gustaba comer por las mañanas. Aprovechó para peinar los mechones de su cabellera azabache que permanecían con la forma de la almohada.
—¿Qué te parece si vamos hoy al parque, cariño? ¿Te gustaría?
Lean asintió efusivamente con las mejillas llenas de la gran cucharada de cereales que ingirió.
—De acuerdo —río—. Sigue comiendo en lo que voy por papá y le digo que iremos al parque
—Si, mami
____ abandonó la cocina y se dirigió al segundo piso subiendo las escaleras con una alegre sonrisa que expresaba su enorme entusiasmo por tener un día en familia. Mientras preparaba el desayuno recordó que hacía tiempo que no compartían un fin de semana tranquilo, sin pendientes y, sobre todo, juntos. Por supuesto que aprovecharía ese día a fondo, sería la oportunidad perfecta para que las cosas volvieran lentamente a ser como siempre habían sido. Su felicidad era tanta que le provocó tararear una canción que ella misma creó en el camino. Se sentía como una niña pequeña.
Llegando a su cuarto abrió la puerta sin llamar, no deseaba interrumpir el sueño de Levi siendo que siempre se despertaba al rededor de las seis de la mañana y se dormía pasada la media noche.
—Oh, buenos días —el tono eufórico de su voz decayó hasta que sus últimas sílabas salieron en un susurro. Toda su emoción desapareció de golpe debido a la sorpresa que le provocó ver a su esposo atándose una corbata frente al espejo, complementando su típico atuendo de oficina—. Pensé que seguías dormido
—Lo estaba. Recibí una llamada de la oficina hace quince minutos, al parecer algo se presentó y necesita que lo atienda de inmediato —explicó, permitiendo que su esposa notara su molestia ante la situación gracias a su irritación al hablar—. ¡Carajo! ¡¿Es qué no pueden hacer nada bien?!
—¿Así que irás? —cuestionó, apretando con fuerza la perilla de la puerta que mantuvo sujeta desde que entró
—Es evidente, mocosa
—No vayas
Levi volteó a verla desconcertado por la petición que le hizo. Contempló la fuerza con que sostenía la perilla, comprimiéndola como si quisiera romperla. Su mirada desviada hacía cualquier otra parte de la habitación le confirmaba lo que pensaba, evidentemente estaba molesta.
—Tengo que ir. Intentaré no demorarme más de lo necesa–
—Siempre dices eso —comentó ____ interrumpiéndolo, conociendo el mismo discurso—. Pero nunca lo cumples. Un domingo, Levi. ¿No puedes estar con tu familia solo un domingo? Lean quiere ir al parque, está muy emocionado porque vayamos juntos
ESTÁS LEYENDO
𝗘𝗩𝗘𝗥𝗟𝝠𝗦𝗧𝗜𝗡𝗚
Hayran Kurgu𝙎𝙚𝙢𝙥𝙞𝙩𝙚𝙧𝙣𝙤: "𝑄𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑟𝑎́ 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒; 𝑞𝑢𝑒, ℎ𝑎𝑏𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑖𝑜, 𝑛𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎́ 𝑓𝑖𝑛" El matrimonio entre Levi y ____ podía describirse mejor como algo efímero, al ser pasajero y d...