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La primera vez que ví a Ethan, fue en un anuncio de una red social sobre un sitio para adultos. Fue un gran shock.  Crecí en una casa donde el porno estaba totalmente prohibido, así que no sólo no tenía ni pisca de conocimiento acerca del sexo, prácticamente era algo inalcanzable. Por obvias razones tampoco tuve ninguna experiencia.

¿Quieren que les cuente acerca de una de las mejores
cogidas de mi vida? Es una historia real .

Estaba frente a la computadora, escuchando con atención la linda voz de aquél chico con máscara. Había decidido entrar a ver la transmisión, simple curiosidad. Aunque ahora que lo pienso mejor, me siento realmente avergonzado.

Una vez, conocí a un tipo en un bar, que estaba caliente
como el carajo.

Y ¡Maldición!  Él era un pasivo que chupaba vergas como
un pro.
Me excité tanto que, que lo arrastré a una cabina y nos la
jalamos mutuamente... Le enterré mi
verga tan rápido como pude .

Mis ojos se abrieron con sorpresa y mis mejillas se encendieron de inmediato ¿Acaso él podía hablar sobre aquello con esa facilidad? Él realmente...

Viejo, fue jodidamente asombroso. Quiero
cogérmelo de nuevo.

A diferencia de mí, Ethan no tenía miedo de que el mundo supiera lo que había hecho.

No pude evitar enamorarme de él. Quería destacarme de sus demás admiradores que habían caído en su encanto y, gracias a eso, comencé a ver sus transmisiones cada semana. Inundaba la sala de chat, incluso me conseguí un trabajo de medio tiempo para poder comprar bits. Quería que me reconociera ¿y cuando él me escogía de entre la multitud? Nada en el mundo ha podido superar ese sentimiento. Para ser honesto... Conocerlo y tomar su mano, o incluso besarlo, parecía imposible. Así que la idea de tener sexo con él como su amante parecía una cosa de ensueños.


—¿Qué demonios haces? Desnúdate

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—¿Qué demonios haces? Desnúdate.

¡¡¡¿Ethan va a tener sexo... conmigo?!!!

Se sacó la camisa que momentos antes le había entregado, tirándola en algún lugar de la habitación. Mientras se acercaba otra vez, posicionó su cuerpo de a poco sobre el mío, el corazón me estaba latiendo con mucha fuerza y mis mejillas quemaban. Me mordí el labio inferior con fuerza.

¿Esto es un sueño? ¿Sigo ebrio? Seguramente debo de haberme desmayado y ahora estoy alucinando.

—¿Qué mierda miras? ¿Te quitarás la ropa o no?

BJ Ethan - heesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora