BJ Ethan - heesun

02

—¿Tú eres BJ Ethan, cierto?

Heeseung se levantó con cuidado mientras me miraba, sus ojos se habían abierto con sorpresa. Realmente no podía estar equivocado.

—No sé de qué estás hablando—se rascó la nuca mientras me sonreía un poco nervioso—. Debes seguir ebrio.

Ay, mierda ¿Realmente me había equivocado? Supongo que aún no estoy del todo conciente.

—Pe-perdón por eso—me levanté como pude, podía sentir mi cara arder.

—No te preocupes—se abrazó a si mismo frotando sus brazos—... Oye ¿me prestas una camisa? La mía sigue húmeda—su cuerpo temblaba levemente.

—Claro—me sobresalté, por un momento había ignorado que eran altas horas de la madrugada—, espera un segundo.

Aún con un poco de mareo, caminé hasta mi closet, quedando de rodillas frente a este. Busqué en el cajón inferior, debería tener alguna camisa que pudiera quedarle en algún lugar. Heeseung era musculoso y yo... bueno, al menos tenía brazos.

—Te la devuelvo mañana...

No contesté, aún seguía algo confundido. No podía ser que me haya equivocado de esa forma, realmente estaba seguro de que es él. Me voltee a verlo de reojo, queriendo observar la marca nuevamente.

—Esa marca de nacimiento—me miró cuando escuchó que hablaba otra vez—. ¿No la tienes desde que tenías cinco años?—se quedó rígido en su lugar—Te hacías cargo del lunar en tu cuello, pero te cansaste cuando viste que este regresaba... Intentaste quitar tu marca de nacimiento también, pero te preocupaba que dejara cicatriz.

Lo miré en silencio, no podía descifrar la expresión de su rostro, estaba totalmente en blanco. Me ponía un poco nervioso.

—¡Tú definitivamente debes ser Ethan!—me levanté, casi enredando mis pies por la rapidez de mi acción—Tienes su cabello lizo y negro—me acerqué con pequeños pasos—¿podría verte con tu cabello hacia atrás?—intente acercar mi mano a su rostro. Mis mejillas se sentían calientes, pero era conciente de que esta vez no era por el alcohol—. N-no te preocupes, ¡no le diré a nadie...!

Una pequeña sonrisa se me escapó. No podía creerlo, realmente era él. Al fin podía ver el rostro de Ethan, ahora sabía cómo podían verse sus expresiones, qué le gustaba, cómo era en realidad ¿será que podemos ser amigos? o incluso... podríamos llegar a ser amantes. Mi sonrisa se hizo aún más grande, pero me asusté al sentir como sujetaba con fuerza mi rostro, apartandome sin cuidado, logrando que mi espalda chocará con el closet que se encontraba detrás de mi.

—Cállate—apretó mis mejillas con fuerza, impidiéndome decir algo.

Su ceño estaba fruncido y ya no había ni un solo rastro de su actitud amable de hace unos minutos, se había transformado por completo. Mi corazón latió con fuerza, estaba asustado.

—¿Cómo carajo lo sabes, tú hijo de perra?—sus dedos se enterraron con mayor fuerza en mis mejillas.

—Fofaor ejame r—mi cuerpo había comenzado a temblar y como pude traté de soltarme—. D-durante uno de tus shows—mi voz estaba temblorosa, solté un jadeo cuando dejó mi rostro—... Hablaste de tu marca de nacimiento.

—Mierda...—dejo de mirarme unos segundos para agarrar mi camiseta por el cuello—. Escucha—su voz era pesada, brusca—. Si alguien más se entera de que soy Ethan... Vendré por ti primero—levanto la prenda y, por consecuencia, a mi también, volviendo a chocarme con el armario.

—¡Si, si! ¡Lo siento! ¡Realmente lo siento!—no podía dejar de temblar y mientras hablaba, se formaban pucheros en mis labios.

—¡Maldita sea!—me soltó de golpe, no sin antes empujarme otra vez.