I. El hombre de mi sueño (Parte 2)

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Yo estaba sorprendida, más que sorprendida que él de hecho. Había estado complaciéndome por una hora que se me pasó el tiempo entre las manos. Es gracioso porque las manos las estaba ocupando para otra cosa, mi mente también, pero mis manos fueron las que estaban haciendo la mayor parte del trabajo. Me levanté de la silla y me fui a la cafetería, tomé un café y luego vi a mis amigas platicando sobre un maquillaje de otra compañera que parecía no llevarse bien del todo con ellas. No me incumbía y prefería irme a mi oficina, tomar los documentos y revisarlos mientras terminaba mi café

Dicho y hecho, ya faltaban diez minutos para estar en la sala de reuniones, así que me adelanté. Llegué a la sala y me senté en una silla. La sala de reuniones estaba vacía, estaba sola de nuevo. Pasó por mi cabeza repetir lo que había lo que había hecho en mi oficina. Sentir excitación por la adrenalina de ser descubierta, en cuanto pensé en volver a hacer realidad mis sueños, mis compañeros de junta entraron por la puerta. Mi corazón se aceleró por haber casi hecho algo, afortunadamente me abstuve de hacer algo de que arrepentirme.

Algunos compañeros y compañeras se sentaron cerca de mí, no compartía con la mayoría de ellos, pero a los que conocía estaban sentados al otro extremo. Haciendo imposible que mantuviéramos una conversación.

El tiempo pasó, mis compañeros seguían llegando, se sentaban y se mantenían en silencio. Era aburrido estar ahí. Más de las tres partes de los compañeros estaban con su celular, jugando o perdiendo el tiempo en lo que se aproximaba la hora. Yo me distraje tarareando una canción.

Ya era la hora. Llegó Armando acompañado de otro hombre, muy atractivo por cierto. El traje que traía puesto dejaba notar que tenía uno buenos brazos, grandes y formados. Él se sentó y Armando lo presento ante todos nosotros.

-Él es Raymundo, estará visitándonos por un tiempo mientras hacemos un comercial para su nueva bebida energética, faster. Les dejo los detalles de Raymundo, del trato y nos vemos mañana para ver el progreso del comercial. Hasta luego -Armando salió de la sala.

La mayor parte se levantó, tomó una carpeta y salió de la sala. Yo solo podía estar pensando que, había estado esperando por un documento que hubiesen entregado en mis manos si mi jefe no fuera tan perezoso.

Justo cuando estuve a punto de levantarme, Raymundo se aceró a una silla que estaba cerca de mí y me habló.

-Tú debes ser Evelyn.

-Y tú debes ser Raymundo -Luego sonreí para demostrar carisma.

-Veo que debemos trabajar juntos, lo dice en el documento.

-Claro que sí, yo seré quien te represente en la empresa con los demás departamentos para que todo salga bien -Lo vi detenidamente y deje -Creo que te he visto antes, pero no lo recuerdo muy bien.

-No creo que alguien como tú me haya visto antes.

-Yo creo que si -Le dije, tomé su cara y lo vi de perfil.

La impresión me cayó como un vaso de agua fría, no lo podía creer. Este hombre era idéntico con el que había soñado en la noche anterior. Era tan parecido al que había visto, era el mismo hombre que me había sacado dos orgasmos.

- ¿Porque creo que te conozco? -Le dije.

Raymundo sonrió. Giró su cabeza a ambos lados, asegurándose que nadie lo estuviera viendo o escuchando lo que estaba a punto de decirme. Era inútil porque la sala de reuniones estaba vacía, solo estábamos nosotros dos.

-Oh vamos, dime, No le diré a nadie-Dije.

-Está bien -Me dijo -Fui un actor porno hace algún tiempo, por eso se me hace raro que me conozcas -Yo me puse roja porque me había descubierto uno de mis hobbies a solas.

El hombre de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora