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-"Pequeña sobreviviente... No tienes idea de lo útil que puedes llegar a ser"

Escuchaste una voz femenina a la lejanía, aún algo mareada por todo el repentino acontecimiento, ni siquiera podías abrir tus ojos y sentías pesado tu cuerpo.

-"Posees fragmentos del Demonio Pistola en tu cuerpo... No es fascinante? Y con tal contrato... Oh podrías hacer armas mucho más fuertes de las que crees"

Intentabas reconocer la voz, pero no te era nada familiar.

Sentiste una palma fría en tu mejilla, causando que te de un escalofrío. 

-"Te enseñaré a lograr eso... Y podrás matar a Makima, te ayudaré en ello... El crédito será mío, y tú huirás con tu pequeña familia a vivir felices para siempre lejos"

En ese instante, pudiste abrir tus ojos, viendo un horrible rostro femenino, un rostro rígido y sin expresión, como una marioneta. 

Te levantaste con cuidado del suelo, observandole sin quitar tu mirada de sus ojos ni un segundo.

No te hizo falta voltear a ver a tu alrededor para saber que te encontrabas sola con esa criatura en ese instante.

Le dedicaste una pequeña sonrisa y ladeaste la cabeza, llevando tu mano cubierta de sangre a pecho.

-"Alejate de mi" dijiste entre dientes y una explosión hizo que se salga volando en un instante

Te levantaste con rapidez en un intento de huir, empezaste a desesperarte al no ver a ningún compañero a tu alrededor.

Tomaste tu katana y saliste corriendo en búsqueda de encontrar algún rostro familiar.

Pero no había nadie.

-"En serio estás huyendo?"

Te detuviste cuando oiste aquella voz familiar, volteaste a ver lentamemte a la mujer de cabellos rojizos.

-"...Soldado muerto no sirve para otra guerra..." murmuraste observandola "Y este soldado... Sólo acabará muerto peleando sin ayuda"

-"Quien dijo que no tendrías ayuda? Vas a abandonar a tus compañeros?" Ella ladeó la cabeza con una sonrisa viendo a lado

Observaste lentamente hacia donde ella estaba viendo, y te quedaste paralizada al ver a tus compañeros en el suelo, inconscientes.

-"Vas a dejar que Santa Clous los mate o vuelva sus marionetas? Están débiles..."

Ni siquiera te diste el tiempo de insultarla por su obvia manipulación, cuando viste que esa horripilante marioneta gigante estaba volviendo, fuiste directamemte en su dirección.

-"Ahane... Chiba... Fukuda! Goda! Hayashi!" Empezaste a mencionar tomando tu espada y cortando sin duda alguna desde tu hombro a tu muñeca, dejando un camino de sangre detrás de ti

Miraste con atención a la marioneta, sintiendo como tú cuerpo se debilitaba poco a poco.

Lo único que te quedaba era mantener la consciencia el mayor tiempo posible.

-"Ma..." murmuraste respirando agitada

-"Vas a pedir por tu madre como una niña pequeña? Impresionante..." la marioneta habló mirandote con una sonrisa

No se había dado cuenta, de que la sangre en el suelo poco a poco la empezó a rodear.

Caiste de rodillas, ya solo caían gotas de sangre y tú piel estaba pálida.

-"Mar de lanzas..." susurraste esto último

De golpe la sangre se volvieron enormes y firmes lanzas que atravesaron el cuerpo de la marioneta, atrapandola entre todas estas.

Sonreiste al oír el sonido de la motosierra detrás de ti.

-"Al menos... Le di un poco de tiempo... Y algo de ventaja..." murmuraste antes de caer al suelo, desmayandote enseguida.

Makima admiró la escena con una sonrisa y recibió una llamada esperada.

-"Qué hay de las familias?" Makima preguntó en su celular

-"Como usted dijo... Algunas de las familias acaban de morir sin más, los apellidos de las mismas son: Ahane, Chiba, Fukuda, Goda y Hayashi"

La mujer solo pudo sonreír al escuchar las noticias que esperaba.

Cold - Aki x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora