El primer mes de distancia fue soportable, Nunew se había hecho a la idea de que Zee estaba de viaje y que pronto regresaría, que no iba a pasar nada y todo saldría bien. Para cuando terminó el segundo mes comenzó a preocuparse porque, aunque charlaban seguido por teléfono y por videollamada, uno siempre necesitará la presencia del ser amado.
Además, las dudas comenzaban a tocar su puerta, pues su amado le había comentado que su ausencia duraría un mes y ya estaban por comenzar el tercer mes sin señales de que pronto fuera su regreso. Era como si ya nunca hablaran de volverse a ver y eso le hacía mucho ruido mental.
Lo bueno de todo ese caos era que su relación estaba poco a poco madurando y recuperándose del pasado. Zee le llamaba todas las noches, cenaban juntos por videollamada, platicaban y se contaban las peripecias del día e, incluso, si lo deseaban veían una película juntos de vez en cuando mientras la comentaban en línea.
Por su parte, Nunew sentía que su relación comenzaba a ser más madura que antes, pues no tenían la constante presencia del otro y, por lo tanto, no se daban por sentado los sentimientos. Ahora se atrevían a decir lo que sentían porque no estaban seguros si al otro día podrían comunicarse o no. Vivir el momento les enseñaba que la vida es lo suficientemente corta para desperdiciarla en malos entendidos y dudas absurdas. Así que todo marchó bien los primeros dos meses.
A mediados del tercer mes, Zee no llamó para su cena juntos. Pensó que lo haría más tarde, así que permaneció sin cenar durante un tiempo hasta que se quedó dormido en el sillón esperando escuchar la voz que nunca llegó. Despertó a la mañana siguiente sin saber qué pasó y preocupado llamó al teléfono de Zee, pero este se encontraba fuera del área de servicio. Incluso lo intentó en varias ocasiones durante el día sin conseguir conexión.
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En el otro lado del del mundo, la rutina de Zee era algo caótica. Los primeros dos meses se dedicó a planear la creación de su marca de ropa, elegir cada tela, cada estampado, cada accesorio, sacar costos, reducir tiempos de fabricado, elevar calidad y diseñar el manual de procesos, mismo que con ayuda de un ingeniero industrial pudo acabar en tiempo y forma. Aún con tanto trabajo pudo encontrar tiempo para realizar sus llamadas diarias a Nunew. La enorme diferencia de horarios le hacía o madrugar para poder desayunar cuando el menor cenaba en Bangkok, o encontrar momentos extras para mandar mensajes en el día.
A veces llegaba muy cansado y se iba directo a la cama, tratando de enviar un beso por mensaje antes de dormir para que su amado comenzara su día con una sonrisa. Tal era su rutina que ya no le costaba trabajo, a pesar de que no tenía tiempo y siempre estaba cansado.
Cuando por fin todo había quedado listo, comenzaron los trámites reales para registro de marca y había que decidir si prefería fabricar en EE.UU. o en Tailandia. Al final, decidió que para supervisar todo era mejor en su país de origen pero que requería tener aseguradas ya ciertos puntos de venta americanos para poder exportar sus prendas fácilmente y recuperar el gasto. Charlie, lo contactó con algunos amigos y comenzaron las negociaciones.
Es así como, para el tercer mes, Zee tuvo que irse de la ciudad donde se estaba quedando desde que llegó, e internarse en uno de los bosques más grandes de América. Uno de los más importantes empresarios, dueño de una conocida franquicia de ropa y accesorios en el país, quería hablar con él sobre la posibilidad de hacer negocios. El problema es que éste se encontraba de vacaciones con su familia en una cabaña bastante alejada de la ciudad e invitó a Zee a pasar una semana con él y su esposa para poder hablar con calma.
Con lo que no contó Zee, era con que una persona tan rica se aislara de tal forma que ninguna zona cercana a la casa tenía conectividad. Precisamente el empresario adoraba ir de vacaciones ahí porque era el único lugar donde no llegaban las llamadas, correos o demás mensajes de sus negocios o de emergencias empresariales que tanto lo agobiaban y que su esposa odiaba que respondiera cuando se trataba de pasar tiempo con la familia.
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El amor que me juraste - ZEENUNEW
Hayran KurguZee y Nunew tienen una relación detrás de cámaras. Son una pareja feliz que está consciente de los pros y contras del medio del espectáculo. Pero una decisión cambiará todo y pondrá a prueba su resistencia como artistas y como seres humanos. El amor...