¿Qué puedo hacer por ti?

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Fiesta de fin de año, 2016.

-¿Qué estás haciendo, unnie?- una pequeña Minjeong sonreía con curiosdad ante su mayor, quien estaba escondiendo un regalo en su espalda. 

-Minjeongie, se supone que llegarías más tarde. 

-Mi hermano dijo que tenía algo que hacer, así que me trajo antes.- La castaña se acercó bastante a la otra joven, provocando que ésta chocara contra una de las paredes de su habitación- ¿Me vas a decir qué tienes ahí?

-Minjeong-ah, no te acerques demasiado.

-¿Por qué?

-Porque me pones nerviosa. 

-¿Por qué?

-Porque me gustas mucho.

Minjeong retrocedió nerviosa, observando el rostro tímido de Yu Jimin. 

Actualidad, 2033.

La pelinegra esperaba aburrida en su sofa, había llamado horas antes a su esposa para invitarla a comer, pero ésta se excuso diciendo que tenía mucho que hacer con la institución benéfica de la que tenía que hacerse cargo en sus responsabilidades maritales. No tenía remedio más que pasar el resto de la tarde sola. 

Odiaba la situación. Se odiaba más a ella misma. 

El timbre de su casa interrumpió la batalla interna que estaba por comenzar, así que agradeció y fue a ver de quién se trataba. 

-¿Qué haces aquí?

-Te extrañaba.- La mujer apenas cruzó la puerta, cuando comenzó devorar la boca de la otra, quien no se negó por unos segundos.- Espera, te dije que no podíamos hacerlo más.

-¿Estás segura?- Volvió a besarla, pero fue detenida después.- Tus ojos y boca dicen lo contrario. Me deseas. 

Y no podía ser más cierto.- Lo pagarás muy caro. 

Se perdieron en aquella lujuria desenfrenada. No podían evitarlo por más que quisieran, en cualquier lugar que estuvieran las dos, explotaban chispas y todo terminaba en sexo. 

Aquella tarde no era la excepción.