𝑆𝑎𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑅𝑒𝑛𝑐𝑜𝑟𝑒𝑠 (mechoa)

Del estadio al Concierto

La selección mexicana y la argentina estaban muy reñidos en el partido, iban 4-4, se notaba el empeño en todos, pero en especial en Guardado, Ochoa, y Hirving de la selección mexicana, de la argentina resaltaba mucho Emiliano, Lionel y Julián.  Rápido se acabaron los 90 minutos del partido y los 7 del tiempo extra, Ochoa se miraba apurado, como cuando alguien va tarde a algún lado. Ninguno de sus compañeros sabían de su hobbie si se le podría decir así, solo sus cachorros y su mejor amigo Lozano

-Hirving, cúbreme por favor, no puedo ir a la cena de integración y si el Tata no me ve me matará...y también necesito que-

-Tranquilo Paquito, yo te cubro, y si, voy a cuidar a Kevin y Diego, los dejaré en sus apartamentos a las 11, no te preocupes.- Dijo Lozano bastante tranquilo, ya estaba acostumbrado a cuidar a las criaturas de Memo, y de cubrir todas las veces que se iba con su banda.

Al terminar esto Memo se fue a duchar rápidamente y salió corriendo de el estadio para llegar al club nocturno y dar su concierto. Del lado de Messi, le estaba preguntando a Emiliano cosas de Memo, le había llamado la atención ya que había atajado dos de sus golpes, dejando de lado la mentira que le había tirado a Dibu, sus feromonas le eran tan buenas, ese dulce aroma a agua de orchata lo había despistado en varias ocasiones.

-Okay entonces ,¿es uno de los mejores porteros de México?

-Pues solo cuando juega a nível mundial, si lo vieras en jugar en su club lo desconocerias totalmente- Dijo Emiliano para luego tomar un poco de agua.

-¿Sabes si irá a la cena de integración?-

-Emiliano dió un suspiro hondo, claro que sabía, pero no estaba seguro si era lo mejor decirle- ah...si, si se Lionel...pero no estoy seguro si yo tengo que decirlo, Guillermo es mi amigo y es algo que le gusta mantener oculto.

-Vamos boludo, quiero hablar con el.-

-Esta bien Lio, está en el club músical dando un concierto en el centro de la ciudad; el concierto empieza a las 8, son las 7:40, necesitas ir en taxi por qué corriendo no llegaras-

-Muchas gracias Emi, te quiero - El omega salió disparado a la dirección que le dió Martinez mientras se ponía un suéter negro y una gorra para no ser descubierto.

Ya en el lugar Lionel vio bastante gente, al parecer la banda de Memo era bastante famosa, el lugar estaba lleno, todos estaban de pie y había bastantes feromonas fuertes tanto de alfas como de omegas, todas aturdían tanto a su lobo interior como al el, era bastante molesto pero tenía que hablar con Guillermo.

Tan pronto como Guillermo llegó empezó a sonar la música, era rock, y el era el baterista así que resonaba en todo el lugar. Lionel estaba analizando a Guillermo de pies a cabeza y se dió cuenta de lo formidos que estaban sus brazos, con razón no se lastimaba tanto cuando paraba los balones.
Al terminar el concierto, Messi estaba echo mierda, se sentia caliente como el sol, estaba rojo y sudaba más que nada, no podia mantenerse de pie, sus piernas temblaban y su pecho dolía, el sabía lo que significaba, su ciclo de calor había llegado antes de lo esperado gracias a las feromonas; rápido se dirigió como pudo a dónde Guillermo para que lo llevará a un lugar seguro, estaba en un lugar peligroso y necesitaba ir con alguien de confianza.

Comenzó a caminar para llegar con Guillermo, fue fácil hacerse notar ya que la gente se estaba retirando. Entonces Ochoa se acercó a ver qué le sucedía a Messi.

-¿Se encuentra bien Messi?

-Tratame de tu por favor, y necesito que me ayudes, mi ciclo de calor se adelantó y no es seguro para mí estar aquí...

-¿Sabe que en hotel se queda o algo?-

-No, no me aprendí la dirección.

-¿Hay algún problema si lo llevo a mi casa y ya mañana lo devuelvo con su selección?

-No hay ningún problema...- Y entonces Messi cayó en los brazos de Guillermo, pues sus piernas ya no aguantaban.

Ochoa cargo a Messi y lo llevo a su camioneta, dejándolo en la parte trasera de esta para que pudiera descansar. El camino a casa fue algo tardado ya que había mucho tráfico, pero llegaron.

-Espere por favor, traeré unos suapensores para que esto se le baje..- pero en Guillermo sintió que alguien lo jalaba, agachó la mirada y era Lionel.

El Omega de este comenzaba a salirse de control, pues las feromonas de la casa de Guillermo lo alborotaron aún más.- Quédate conmigo Alfa...- Suplicaba el Omega.

-Lionel, suéltame por favor, debes descansar.- Dijo mientras trataba de soltarse de el agarre de este.

-Tocame por favor Alfa, quiero sentirte...-El Omega trataba de seducirlo con toques y feromonas, pero el contrario no cedió.

-Lionel, detente por favor.

La petición de este fue ignorada, parecía que le había dicho todo lo contrario ya que el Omega comenzó a darle besos en la mejilla.

Por más que Guillermo le pedía a Messi que se detuviese, este no lo hacía, por lo que desesperado, tomo las muñecas de este haciendo que parase.- ¡Ya detente Messi!.- Gritó bastante molesto.- No quiero lastimarte...