Messi y Guillermo habían salido a pasear, pues habían acordado mucho antes de que Hirving lo llamara. En aquel paseo nadie los noto, pues venían muy bien disfrazados. Solo que a ambos les incomodaba esto, pues no se podían ver uno al otro, o no como les gustaría.
-Lio...creo que deberíamos ir al hotel, no me gusta como se está sintiendo esto, no me gusta verte en ese disfraz, no te puedo ver cómo me gustaría...-Dijo Ochoa esperando a que Lionel lo haya escuchado dentro de todo el ruido de aquella multitud.
-Opino lo mismo Paco, vamonos, además, me estoy comenzando a hostigar.- Mientras Messi decía esto, trataba de abrir un poco el suéter, pues le incomodaba bastante ya que no le agradaba la sensación.
Tomaron sus manos y caminaron lo más rápido posible a su hotel, ya que, la intención ahora no era quitarse los disfraces y poder ver su alma al desnudo, era quitarse la ropa, ver su alma al desnudo y tocarla, ¿de una manera romántica? Si, pero más que nada, sexosa.
Tanto era el deseo de ambos, que al llegar al elevador no pudieron resistirse y aprovecharon que estaban solo ellos dos para comerse a besos, esos 7 minutos en los que el elevador tardo en llegar a su planta, para ambos había sido el inicio de su noche, y eso que todavía no pasaba de las 10:00 p.m.
Escucharon el timbre que anunciaban que las puertas se abrirían, estos recordaron que algunos de sus compañeros se encontraban en aquel piso, así que lo más rápido posible se pusieron "presentables". Las puertas se abrieron y en el exterior de ellas se pida ver a Dibu con el celular en mano sin prestar mucha atención al frente, pero reconoció el aroma de Messi y levanto la mirada encontrándose con el.
-¡Lionel! Te llevo buscando toda la tarde ¿Dónde carajo estabas?.- Martinez ignoro a Ochoa y arrastró a Messi hasta su cuarto, este no pudo reprochar ya que Dibu no le cedia la palabra.
Ochoa se fue rendido a su cuarto, pensando en que haría ahora, pero no tenía muchas opciones, así que estuvo esperando a que aquel alfa dejara ir a su Omega, pacientemente, una virtud que el no poseía, tuvo que buscar en que distraerse para no caer en la locura e ir a sacar a Lionel de aquel cuarto que lo separaba de el.
Con Lionel no era muy distinta la situación, quería estar con su alfa, sentir su aroma, todos estos pensamientos invadían su mente, ignorando totalmente al Beta que tenía frente a el. Este trataba de contarle como unos de la selección mexicana había logrado arrastrarlo a un desastre en una fiesta en la que casi terminan bajo rejas, solo que pronto se dió cuenta que era totalmente ignorado.
-¿Me estás escuchando?.
-Si si...me alegro.- Dijo tratando de disimular que no había prestado ni un poco de atención.
-¡Ay por favor Lionel! ¿Tu crees que soy pelotudo?.- Menciono mientras cruzaba los brazos mostrando su enojo.
-Esta bien Dibu, no prestaba atención, tengo la mente divagando.- Y en eso recordó a Ochoa y una sonrisa algo boba apareció en su cara.
-Por favor, desde que conociste al greñudo ese tienes la mente divagando.
-Ya Dibu, deja de romper las pelotas...
Esto comenzó a cansar a ambos, el Beta quería ahorrarse una pelea con su capitán, así que solo le abrió la puerta y lo invito a salir.
-Ve con el Alfa, luego hablamos...
-Si... gracias Dibu... perdón.
Y entonces el Omega salió lo más rápido que pudo para llegar con su Alfa, toco la puerta ansioso. Cuando se la abrieron este se lanzo a Ochoa, extrañaba su aroma, incluso si había pasado poco tiempo.
-Te extrañe Paco...
-Yo también lío.
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Mucho tiempo sin actualizar vdd? Bno, estare rehaciendo los capítulos anteriores ya que siento que tienen varios errores y me dan mucha pena. Muchas gracias xoxo
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𝑆𝑎𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑅𝑒𝑛𝑐𝑜𝑟𝑒𝑠 (mechoa)
RomanceMemo Ochoa, un Alfa el cual durante el día con sus compañeros perfecciona sus atajadas de goles, pero en la noche, toca la batería en un club en el centro de la ciudad, un día, Lionel Messi, un Omega dominante,que llegó a México para un partido amis...