Chapter One

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—Recientemente se cumplió un año del asesinato del joven Jiho, aún no se sabe nada del culpable, por lo que el oficial Ahn nos dio sus declaraciones sobre el caso

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Recientemente se cumplió un año del asesinato del joven Jiho, aún no se sabe nada del culpable, por lo que el oficial Ahn nos dio sus declaraciones sobre el caso. —Sonaba en el televisor causándole estrés, exactamente había pasado un año y no quería volver a saber de ello.

Tomó el control de la TV apagando las noticias, dejando el cálido silencio de su habitación. Pronto unas voces familiares empezaron a escucharse, como era costumbre se acercó de manera sigilosa abriendo la cortina delicadamente, su mirada se posó en la chica y su pequeña hermana teniendo una bonita interacción.

—Quiero comer Kimchi y arroz, ¿lo harías? Por favor —rogaba en pequeños saltos sacando una sonrisa en su hermana y en aquel chico que presenciaba todo.

—Intentaré comprarlo mientras vuelvo a casa, ¿sí? Ahora vamos que es tarde.

Miró su reloj de pared notando que era cierto, maldijo por lo bajo apresurando su paso para salir, no quería perderla de vista tan pronto, aunque conocía su camino prefería cuidarla de cerca, así se aseguraba que su llegada fuera sana y salva, sin ningún rasguño.

La encontró con facilidad empezando a fingir un trayecto propio para no ser atrapado en sus verdaderas intenciones.
Se relajó un poco luego de correr ocultando sus facciones sospechosas. Nabi se apresuró a dejar a la pequeña en la escuela y ahora seguían ellos camino al instituto, le daba pequeñas miradas por escasos ratos disimulando, odiaba cuando entraban al instituto, era el momento donde la perdía de vista para entrar a las aburridas clases, su única ventaja era salir a los comedores para observar que nadie le hiciera daño.

Nabi buscó con la mirada su lugar preferido encontrando al chico ahí, rodó los ojos cansada, su respuesta ya había sido un «no» que él todavía no aceptaba. Suspiró fingiendo una sonrisa para continuar hacia él, al llegar el joven la saludó estirando las comisuras de sus labios hasta mostrar sus dulces hoyuelos.

—Soobin —susurró ya algo incómoda de verlo.

—¡Nabi! Estuve esperándote, quería que habláramos, ¿podemos?

—Mi respuesta sigue siendo un no, así que deja de insistir.

—¡Vamos bonita! Visítanos y verás que te conviene. Mi padre es un hombre de mucho dinero, podrá darte el sueldo que necesites para sacarte a ti y a tu hermana de ese barrio de quinta.

—¿Ah sí? Ese barrio de quinta como tú lo llamas, es mi hogar, y no pienso ni por todo el dinero del mundo salir de ahí, así que lárgate.

Concluyó dando una mala mirada que lo hizo moverse de lugar. La observó una última vez pensando antes de hablar, solía ser muy terco algo que ella odiaba, aunque era una buena propuesta, sería difícil mantenerse en un lugar donde se tenían malos movimientos. Evitaba los problemas por su pequeña, prefería seguir con su miserable sueldo que la sacaba adelante a terminar en la cárcel dejando una niña huérfana.

PROTECTIVE |Choi YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora