'Crimen O2'

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Había abandonado su pasado lleno de oscuridad, quería crecer como un adulto de bien encargado de cuidar y amar a su familia, sin embargo, sus amistades permanecían volviéndose los encargados de inducirlo a seguir en cosas de las que hasta ahora se...

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Había abandonado su pasado lleno de oscuridad, quería crecer como un adulto de bien encargado de cuidar y amar a su familia, sin embargo, sus amistades permanecían volviéndose los encargados de inducirlo a seguir en cosas de las que hasta ahora se había negado. Las palabras crudas de sus supuestos amigos viajaban a su mente sin detenimiento haciéndolo cuestionarse si era así.

«Le temes a Minwoo y eso te hace débil».

«El bebito no puede salir de casa porque su padrastro lo regaña».

Estaba cansado de ser nombrado como el débil del grupo, a pesar de ello, no se dejaría rebajar, o eso pensó hasta que ese último mensaje resonó en su celular: «Beomgyu es una gallina porque sabe que Minwoo va a matarlo como a su padre, por eso mejor se queda a cumplir sus órdenes».

El chat estalló en burlas y risas por parte de todos sus integrantes. Esa pequeña parte que Beomgyu guardaba aún de su adolescencia lo hizo estallar, por ello ahora se encontraba metido en ese horrible lugar, arrepintiéndose de sus malas decisiones.

El ambiente en el que se encontraba era muy desagradable, una fiesta totalmente llena de descontrol, jóvenes corruptos y cosas peligrosas para la vida humana por todos lados, en definitiva él no pertenecían ahí. Deseaba tanto poder huir. Lo único que lo impulsaba a persistir era recordar los mensajes y la manera en que cada uno lo llamó.

Desde su pequeño lugar vacío podía observar a sus amigos consumir y tomar objetos verdaderamente repugnantes que Beomgyu jamás se atrevería a tocar. Se sentía del asco con solo estar ahí. Entre su silencio una joven adolescente de unos dieciséis o diecisiete años se le acercó con dos latas de cerveza en manos, parecía una niña que escapó de la escuela secundaria, incluso portaba el uniforme escolar.

—¿Quieres? Es solo cerveza con Soju. —Estiró la lata con amabilidad y una sonrisa.

—Gracias —El pelinegro la tomó observando su consistencia, no podía confiar en nadie, aunque pareciera una niña adorable.

Nuevamente se invadió de silencio por varios minutos mientras ambos tomaban sus bebidas, por algún motivo ella le recordaba a su pasado, solo esperaba que ella por lo menos no cometiera graves errores.

—Y... ¿qué haces aquí? Es decir, no parece gustarte.

—Un impulso, supongo. —Alzó los hombros restándole importancia—. ¿Y tú? Parece que escapaste de clases.

—Me cansé del estrés escolar y de que mi madre sea tan estricta. Solo quería un respiro. —Soltó un gran suspiro y bebió de nuevo de su lata.

Las cosas en Corea suelen basarse a competencias, ser el mejor y hacerlo mejor, volviéndolo un motivo de estrés y odio para muchos jóvenes que tienen que esforzarse por un mejor futuro, motivo por el cual muchos de ellos estaban ahí, solo querían un respiro. Detrás de cada uno de ellos seguramente habían muchos chicos pensando por el mañana.

PROTECTIVE |Choi YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora