Que su tía tomara una habitación para vivir en casa le desagradaba, ella siempre le había dado una mala espina por los rumores de los cercanos a ella.
«Es una maleante»
Y no era de esperarse que fueran verdaderos. Podía sonar prejuicioso, pero las marcas en su piel de heridas y tatuajes la hacían ver como lo que decían, además, era una joven que tenía vicios, el alcohol y los cigarrillos eran parte de su día a día. Mantenía siempre hecho un desastre su cuarto, se despertaba tarde, nunca trabajaba, parecía solo una niña mantenida en casa, eso estaba hartando demasiado a Nabi, y más si tenía a una niña de cuatro años en casa, era totalmente una mala idea.
Cada que pasaba a su lado ella estaba en el sofá con sus pies puestos sobre la pequeña mesa de noche mirando el celular. Nabi sufría de estrés cada que la veía así en su propia casa, según su madre la dejaban quedarse porque era su hermana, pero eso no le daba el derecho de vivir de esa forma.
Regresaba de sus primeros días de universidad encontrando la casa olorizada a cigarro, habían botellas de alcohol sobre la mesita de noche, parecía que no había nadie además de su tía. Ella estaba tomando mientras tenía el tabaco sobre su mano, fue el punto culminante con la paciencia de Nabi.
Se acercó a ella arrebatando la botella de sus manos y tirando el cigarro al suelo para pisarlo. Chaemin la miró enojada esperando una explicación.
—Esta no es tu casa, por lo tanto, debes respetar. Quiero que te largues y no regreses, mis padres son tan buenas personas que no pudieron decírtelo, ¡pero adivina, su hija sí! Tenemos una niña y tu ejemplo es terrible. Deberías ducharte y guardar tus cosas para irte, te quiero fuera antes de que amanezca.
—En primer lugar soy tu tía niña malcriada, ¿en dónde quedaron los honoríficos? En segundo, a la mierda el ejemplo, solo disfruta. Ten, bebe un poco.
Nabi bufó quitando la botella que recién había tomado de nuevo, estaba algo pasada de copas y eso lo hacía más complicado.
—Eres solo tres años mayor que yo, así que los honoríficos no importan. Espero que hayas escuchado bien y salgas de mi casa.
—¿Cómo quieres que me vaya si no tengo dinero? Nabi piensa un poco en mí.
—Consigue y vete, ya me cansé de esto.
La mayor le dio una última mala mirada volviendo a la que ahora era su habitación. Nabi soltó un suspiro analizando el desastre que se encargaría de levantar. Su pequeña hermana estaría por llegar del jardín de niños, la casa debía encontrarse en un buen estado, porque Nabi se encargaba de que no solo tuviera un buen ejemplo de sus padres, sino también de ella.
Tan pronto como sus padres llegaron, la castaña pidió a su menor subir a la habitación a buscar algo que claramente jamás encontraría. Necesitaba un poco de espacio con sus padres sin que la niña escuchara. A pesar de su corta edad era muy inteligente, que escuchara pláticas de adultos sería darle un arma de defensa propia.
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PROTECTIVE |Choi Yeonjun
Fanfiction❝𝗦𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝘀𝗲 𝗿𝗼𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗿𝗮 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗺𝗮𝗹𝗼❞. Él solo quería cuidarla y terminó obsesionado con mantenerla a salvo. Protector, era la palabra que lo describía a la perfección, ¿en el buen o mal sentido? No lo sabía...